El pasado primero de Junio se convocó desde distintas organizaciones a una jornada de protesta y paro nacional para visibilizar los distintos conflictos que viven los habitantes del territorio dominado por el estado chileno y también para demostrar un rechazo a la lectura de la cuenta pública por parte del gobierno de Bachelet.

Los discursos rimbombantes sobre los logros y el progreso del gobierno de la nueva mayoría no encubren las prácticas que todo estado ejerce para mantener el control sobre los habitantes del territorio que domina. Más allá de buscar una crítica hacia lo que hizo o no el gobierno de Bachelet y la nueva mayoría sería más interesante poder sacar a la luz lo que la cuenta pública encubre con toda la presentación de los “logros” que el gobierno ha podido llevar a cabo. Desde esta posición podemos ver la hipocresía que rodea a la autoridad en estos tiempos, desde las “mejoras” que se han hecho en temas educativos, como la extensión de la gratuidad, creación de nuevos centros educativos (universidades estatales, centros de formación técnica y enseñanza escolar) y promesas de eliminar el CAE promoviendo con esto el ingreso de más personas a los sistemas de enseñanza que solo reproducen la existencia de estas condiciones de vida integrando a toda persona a un solo destino; estudiar-trabajar-consumir.

Dentro del discurso de la cuenta pública se tocó el tema ambiental donde se deja entrever en esas palabras las sucias garras del capitalismo verde y por tanto del extractivismo con la implementación de varios embalses a lo largo de la región chilena como el embalse punilla en la región del Bio bio en la comuna de San Fabián que significará la muerte de bosques de árboles nativos y el desplazamiento de los habitantes humanos y no humanos de ese territorio solo con el fin de alimentar energéticamente a la agroindustria y demás empresas. Por otro lado se habló de mejoramientos de carreteras y se mencionó el proyecto de la construcción del túnel de agua negra, entre otros. La Mayoría de estos proyectos forman parte de la IIRSA (Infraestructura para la integración regional sudamericana) que es un ambicioso plan para reordenar el territorio de Abya Yala en función del transporte de mercancías aniquilando toda oposición y forma de vida que se le cruce en su camino.

Siguiendo el camino de la cuenta pública se habla de los avances que el gobierno ha hecho en torno al problema de la violencia de género, los femicidios y el machismo en palabras de la presidenta. Al respecto hacemos visible la situación que vive Lorenza Cayuhan y su hija Sayen que parió engrillada y bajo la vigilancia de un funcionario de gendarmería en la clínica de la mujer en Concepción donde el estado no se ha hecho cargo de esta situación encerrando a las pu lamgen y convirtiendo a Sayen en la presa política más pequeña del mundo. Hacemos el llamado a solidarizar con ellas y con todas las presas y presos políticos que han sido secuestrados por el estado chileno.

En torno al conflicto mapuche como le llaman los políticos chilenos, se habló de las tierras que ha recuperado el estado para dichas comunidades, de la integración y el respeto a los pueblos indígenas y de la participación de ellos en el juego de la democracia capitalista pero está demás señalar que el estado chileno no tiene ningún interés en respetar otras formas de vida, al contrario invade con sus policías militarizadas y su inteligencia a las comunidades hostigando a niños y niñas, mujeres y hombres, ancianos y ancianas que defienden su territorio.

En el centro de la ciudad de Concepción tuvo lugar una concurrida marcha donde se encontraron todas estas experiencias buscando visibilizarse y agitar las calles. La marcha se detuvo en distintos puntos donde voceros de distintas organizaciones se detenían dirigiéndose a los asistentes de la marcha para visibilizar sus conflictos hasta que fue interrumpida a unas cuadras de la plaza de armas de la ciudad por el actuar de un gran contingente de fuerzas especiales de carabineros donde los manifestantes resistieron hasta ya avanzada la tarde en la universidad de Concepción