En este programa podemos escuchar una interesante entrevista con Antonio Chiwaicura, rütrafe, educador e investigador del oficio, del territorio Nagche de Chol chol. Actualmente trabaja en la zona Lavkenche, por la revitalización de la lengua y el acercamiento a la memoria oral de los antiguos sobre el rütran.
Una de las dificultades en su trabajo por recopilar el kimün antiguo es la dificultad de acceder, a través de la memoria oral, a momento antes de la llegada de la gente no mapuche al territorio. No es tan fácil acceder a la memoria más precolombina, principalmente porque todos lo estudios han sido hechos por personas no mapuche, con su manera particular de ver el mundo, una mirada hegemónica. Pero sí, la memoria oral guarda recuerdos, por ejemplo de la existencia de yacimientos de oro y plata y del uso de estos materiales por parte de la gente Mapuche, pero con justa medida.
Nos habla respecto a un viaje que realizó a Alemania en busca de piezas de platería mapuche que se encuentran en colecciones en museos europeos:
“Dimensionar el despojo desde afuera es muy distinto que dimensionarlo desde dentro, desde Wallmapu, cuando uno logra salir y dimensiona lo que hemos perdido y que está repartido por distintos museos del mundo. En Alemania, ahí supimos que para la ocupación militar del estado chileno y argentino a nuestro pueblo, pidieron ayuda no solamente a militares de estos dos países, sino que también pidieron ayuda a Alemania, Alemania envió parte de su ejército, destacamentos militares para intervenir Wallmapu. En ese sentido, por eso hay tantas piezas de platería, yo fui al museo etnológico de Berlín, donde trabajó la lamngen Margarita (Canio) que hace poco lanzó el docunental Marichi Tuculpan. Yo estuve con la misma colección, en otra área de la colección…
Ver todas esas piezas… y poder abrir esa ventana hacia nuestro pasado y nuestro presente es importante por no decir impactante.
A nosotros nos tocó estar frente a dos cráneos humanos, de una lamngen y de un peñi, eso es terrible, tremendo; pero como dije, uno dimensiona el despojo, porque uno estando en nuestros territorios uno no logra dimensionar todo lo que nos quitaron, que no solamente tiene que ver con territorio con lengua, sino con nuestro poder económico, no fue sólo un genocidio, sino un economicidio, cuando un pueblo ve afectada su economía, lo único que quiere después es sobrevivir. Claro uno lo escucha como relato de las abuelas de los abuelos, pero ver estas piezas, la magnitud de la plata, cuantas mujeres hay detrás de esa platería, cuantas personas hay detrás de todos esos elemento es impresionante y conmovedor, uno vuelve a revivir todos los relatos de nuestras abuelas y abuelos que sobrevivieron al malón y lo que vino después de eso”.
Para Antonio es de vital importancia el sentido político que tiene el trabajo por la revitalización del rütran:
“Yo creo que, primero si se impulsa o revitaliza tiene que ver con una pérdida, la pérdida está estrictamente unida al despojo y desde ahí para poder revitalizar cualquier práctica Mapuche, incluso la lengua, tiene que ver con un sentido político como pueblo, mientras nuestro pueblo necesite hablar la lengua se tiene que valorizar. Si se reconstruye políticamente, con sus propias autoridades tiene que necesitar a estas autoridades políticas, espirituales o religiosas y estas autoridades van a necesitar sus platerías, en el fondo es como un todo.
Yo no puedo revitalizar la platería por si misma si no está en un contexto particular que es el pueblo que las creó. Así mismo la lengua y todo lo que tiene que ver con el proceso que estamos pasando como Mapuche. Desde ahí entonces, se plantea la platería no desvinculada de su territorio, sino que nace desde un territorio particular, desde una lengua propia, desde un pensamiento propio cierto, desde esta concepción Mapuche que está tan apegada a su tierra, a su territorio, observando todo lo que sucede en la naturaleza y desde ahí construye. Entonces está muy vinculada al territorio y a esta reconstrucción política como pueblo también, no está desvinculada y no está en el aire”.
Como educador nos habla sobre los desafíos del trabajo del rütrafe:
“Hay varios talleres de platería en distintos lugares, hay bastantes personas enseñando, pero yo creo que tender a la folcklorización, es un desafío importante de equilibrar, de profundizar, más que mantenerse en la superficie, de profundizar un poco más en la platería y de poder acceder a las fuentes orales que son nuestros mayores, porque ellos todavía tiene mucho kimün respecto a ello, pero está desperdigado, la persona que uno menos se espera puede tener kimün en torno a platería, entonce hay un trabajo muy importante que hacer para todos aquellos que nos dedicamos al rütran, y cualquier persona del pueblo mapuche que pueda acceder, porque uno de nosotros que acceda a esa información se rescata para todos nosotros como pueblo, es para todos, no es para una sola persona.
Es más fácil folcklorizar, es más fácil dejarlo en la superficie, volverlo liviano, cuando un tema es denso, o pesado, difícil de poder entrar, como en este caso es la platería, que uno se queda más con lo visual, lo estético, con lo bonito que puede ser la forma de las piezas, que es una realidad: efectivamente son hermosas, pero más allá de ese deslumbramiento hay ese contexto, ese kimün que las creó, y ahí es un poco más complicado de acceder porque necesitamos códigos especiales, necesitamos la lengua, necesitamos cierto sentido estético mapuche, que no está en occidente”.
Otro de los desafíos es el equilibrio entre rescatar, revitalizar y entregar el conocimiento para el extractivismo de la academia o la empresa privada y efectivamente tener como objetivo que el conocimiento quede en las futuras generaciones mapuche:
“Hay mucho extractivismo epistémico, mucho extractivismo no solamente de las piezas sino cultural, apropiación cultural, entonces es súper fácil no tener cuidado y entregar todo. Pero si hay una claridad importante es que las futuras generaciones de niñas y niños deben heredar esto y ese tiene que ser nuestro objetivo principal, independiente de que vivamos de esto, vendamos, etc, nuestro objetivo tienen que ser las niñas y niños, así como la lengua, si no hay comunidades de niñas y niños hablantes, la lengua se va a morir, es así con todo lo demás, tiene que ser nuestro objetivo principal”.
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