Hace años lo venimos diciendo desde la prisión política:

Las instituciones del estado chileno están profundamente corrompidas, hoy se destapa gendarmería, mañana van a ser a los municipios, los CFT estatales, los hospitales, las reparticiones públicas. No se trata de hechos aislados, sino de una corrupción estructural y sistemática, lo ocurrido en gendarmería lo denunciamos hace mucho tiempo, lo dijimos estando presos en la cárcel de Angol, donde denunciamos el narcotráfico al interior del recinto penal, el tráfico de influencias, destinado a liberar a determinados internos vinculados al narcotráfico quienes pagaban por su libertad.

En ese momento consideramos que denunciar era lo que correspondía ética y políticamente, aun sabiendo las consecuencias que eso traería. Mientras estuvimos en el módulo mapuche, nunca nos prestamos para que ocurrieran hechos irregulares ni prácticas que no correspondían, no participamos, no encubrimos y no guardamos silencio; algunas veces se lo dijimos a la jerarquía del establecimiento, esa actitud molestó profundamente a los directivos de aquel tiempo.

Hoy podemos entender con mayor claridad que el mapuche consciente organizado y con principios incomoda a una institución que funciona sobre la base de corrupción, el abuso de poder y la impunidad.

Buscando otras excusas, fuimos castigados, fuimos sometidos a torturas, malos tratos y hostigamientos permanentes, y se nos quitaron derechos que a ese momento se habían conquistado mediante lucha y organización. No fue casual ni accidental, fue una represalia política por denunciar y no someternos.

Con el tiempo los hechos nos dieron la razón, no era solo la cárcel de Angol, sigue siendo un problema estructural dentro de gendarmería y del aparato estatal en su conjunto, sin embargo, como ocurre siempre, quienes terminan pagando son los funcionarios de menor rango. El mas débil. Mientras los responsables políticos y jerárquicos continúan protegidos por el sistema.

Para el prisionero político mapuche no es distinto, en ninguna cárcel, llámese Temuco, Angol, Lebu, Arauco, Concepción, Valdivia y dentro de los CET tampoco hay una diferencia, que es el caso del cual estamos hablando. Yo me encuentro hoy día en el CET de Cañete (Centro de Estudio y Trabajo), donde es verdad hemos continuado estudios, accedimos a continuar estudios después de largas reclamaciones.

Si, logramos avanzar es verdad, sacamos el técnico el año pasado y continuamos ingeniería, pero poco antes de terminar el año académico, me cortaron el internet, por orden de la jerarquía regional, quien tiene la facultad, lo cual considero un abuso de poder. Según mi análisis se rompe y se vulnera el derecho de la progresividad, el derecho a estudio, el derecho a información. Considerando que el internet es una herramienta necesaria en estos tiempos para todos los estudiantes.

¿Cuáles son las manipulaciones que hay en el trasfondo?, ¿por qué no quieren permitir que uno se comunique con el exterior? Después de varios días de análisis he decidido hacer públicas estas palabras y buscado los medios para ello.

Así también el constante hostigamiento de ciertos funcionarios y podemos afirmar desde acá que en este trayecto hemos visto corrupción en todos los centros penales por los que hemos pasado, mal uso de los fondos públicos. Yo no soy nadie para defender el estado, pero esos recursos deberían llegar a las necesidades de la gente y no al bolsillo del funcionario.

Hasta el momento no estamos exentos de esas manipulaciones, los informes psicosociales, la clasificación de riesgo, responden a una manipulación de ciertos sectores y cuerpos que tiene gendarmería, que trabajan activamente para boicotearnos la libertad. Hace pocos días tuvimos el acceso a un informe psicológico que se hizo de mi persona, donde se manipuló mi condición de mapuche, para perjudicarme, donde la psicóloga Claudia González entiende que por el hecho de yo ser mapuche soy un riesgo para la sociedad. Eso es a lo que yo he llamado racismo puro, hoy día en pleno siglo XXI, donde vienen profesionales formados por la academia, no logran entender aún nuestra existencia como pueblo.

Por nuestra parte, continuaremos defendiendo los derechos colectivos que nos corresponden por ser herederos de una nación milenaria, con territorio y derechos políticos. Sin olvidar a los distintos presos que en estos mismos momentos están siendo sometidos a condiciones mucho más duras aún. Como es el caso del peñi Fredy Marileo actualmente en huelga de hambre.

Por la libertad de todos los prisioneros políticos mapuche.

Restitución el territorio ancestral

Amulepe taiñ weichan

Marrichiwew

Por: Victor Llanquileo Pilquimán

Fotografía: Camilo Tapia