Desde una postura política basada en el kelluwvn, la revitalización del kimvn ancestral y la práctica de la agroecología, la Asociación Ad Kimvn inició su trabajo colectivo de huerta 2025 en la comunidad Juan Huaquil.
Por: Natalie Gilbert Hermosilla
Al son del cantar de las aves de Conoco Chico, camino a Cholchol, y tras dos jornadas de trabajo colectivo Ad Kimvn inició sus labores de huerta 2025, el pasado fin de semana, a través de un mingako donde integrantes de la asociación de distintos territorios llegaron a aportar con sus saberes y newen.
Un espacio de apoyo mutuo en el que no sólo se trabajó despejando el espacio para las futuras siembras, sino que también se compartieron alimentos, saberes y se fortalecieron, como en cada xawvn de Ad Kimvn, los vínculos entre los integrantes de la organización y las prácticas antiguas mapuche.
Justamente, para Eleonor Huechucura tesorera de Ad Kimvn, revitalizar la huerta es muy importante como mapuche ya que:
“es una práctica que está relacionada con nuestra cultura, con nuestra tradición y también con la conexión con la ñukemapu y el ixofilmogen. En el espacio no sólo despejamos, sino que fuimos dándole movimiento a los elementos que contiene para planificar el cultivo de nuestros alimentos saludables, y, frente a la grave escasez de agua presente en la zona, en que las familias se abastecen a través de camiones aljibes; ir adecuando las instalaciones para la recolección de aguas lluvia”.
En esa línea, Huechucura relevó las ventajas que tiene el trabajo colectivo en la huerta:
”Los beneficios son múltiples, desde lo físico, lo emocional, el trabajo en equipo, las relaciones saludables y, en especial, desde la práctica del mingako, que ancestralmente desarrollaron nuestros antepasados como una forma de ayuda mutua. Entonces, aquí está presente el kellwvn, que es la solidaridad. Y eso fue lo que hicimos este 12 y 13 de abril en una actividad súper bonita, que cumplió con nuestros objetivos y que nos permitirá en una segunda instancia comenzar con la siembra y cultivo de lo que se viene para esta época, como acelgas, apio, rúcula y habas, entre otras”.
Por su parte, María Colimil, presidenta de Ad Kimvn, también valoró el trabajo realizado en la comunidad Juan Huaiquil:
“Fue una actividad mingako muy emotiva y llena de energía que comienza a aflorar desde el Rvmv (otoño) con el trabajo en conjunto de los lamgen de la comunidad Juan Huaiquil para preparar el espacio y dar paso al tukukan (siembra) de semillas nativas de distintas clases, rescatando la esencia de los frutos que a futuro nos entregarán la fortaleza y su mogen”.
La práctica agroecológica y los saberes de la huerta mapuche
Para finalizar ambas jornadas se realizó un nvxam, dirigido por la integrante de Ad Kimvn, agrónoma y Magíster en Manejo de Recursos Naturales., Valentina Torres Huechucura, quien abordó los principios de la agroecología, ciencia que estudia la gestión de los sistemas agrícolas y alimentarios, desde una mirada integral de los ecosistemas y en respuesta a los modelos agroindustriales de producción y consumo.
Así, la agroecología es no sólo un estudio, sino que también una práctica política, social y económica que busca generar formas no depredadoras de los territorios, sino más bien, cuidadoras de las personas y la naturaleza, potenciando la agricultura familiar, campesina e indígena.
Justamente, según Valentina Torres:
“la agroecología recoge las prácticas indígenas y las reconoce como conocimiento situado en los territorios de los Pueblos Originarios. Saberes sobre los suelos, el clima, la vegetación, la salud, la gastronomía, la fauna y la flora. Por lo tanto, en este caso, el conocimiento tradicional mapuche, nutre y tiene mucho que aportar a la agricultura actual y a las acciones de adaptación a las nuevas condiciones climáticas”.
En ese sentido, Torres Huechucura, destacó que:
“la huerta mapuche siempre ha tenido diversidad en colores, sabores, mucha creatividad de utilizar los recursos disponibles integrando a los animales, aves de corral, al trabajo de la familia en su conjunto y así también se transmitía el conocimiento”.
Asimismo, la agrónoma, enfatizó en el valor de ese conocimiento para el equilibrio de los ecosistemas:
“Hay un concepto dentro de la agroecología que es la memoria biocultural y explica que este cúmulo de conocimientos, formas de ver el mundo y prácticas, son fundamentales para los ecosistemas y las personas, ya que ahonda en la importancia ecológica de la sabiduría tradicional o indígena. Justamente, al final del mingako, conversábamos en que la clave para una huerta, ya sea de nuestra familia, con nuestros vecinos u organización, es el cuidado del suelo, que esta sea biodiversa y que las relaciones sean respetuosas, ese equilibrio nos permite a largo plazo cuidar de todo lo demás”, sostuvo Torres Huechucura.
Soberanía alimentaria
Respecto de priorizar este tipo de actividades, Rodrigo Candia, vicepresidente de Ad Kimvn, realzó la importancia de revitalizar el conocimiento ancestral y de, a la vez, poner en práctica los conocimientos teóricos adquiridos en instancias de formación sociopolíticas internacionales.
“Desde la Asamblea Nacional Mapuche de Izquierda, ANMI y como Ad Kimvn pertenecemos a otras instancias superiores internacionales, como es la CLOC Vía Campesina. En esa articulación y entre los principios fundamentales que levantamos como organización político-social mapuche están la soberanía alimentaria y la agroecología. Entonces, cuando a ambas las llevamos a la práctica, lo hacemos desde los conocimientos que nos han traspasado nuestros antiguos, pero también mediante lo que hemos estudiado y aprendido a través de los procesos de formación de la CLOC Vía Campesina, en los que hemos participado”.
Finalmente, según Candia, este trabajo tiene un profundo sentido político:
“Nos genera unidad de acción al desarrollar una temática orientada por el equipo político de nuestra organización. Con ello, reforzamos a la asociación como tal y a sus lineamientos de fortalecer la Agricultura Familiar Campesina e Indígena. Quedó demostrado con la crisis alimentaria generada en la pandemia que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena fue quien suplió las falencias de los Estados en torno a la alimentación y el abastecimiento. Quedó demostrado que es esta actividad la que remedia la escasez de alimentos sanos que son cultivados localmente en respeto con la ñukemapu y que, en definitiva, impulsan la soberanía alimentaria”, concluyó el vicepresidente de Ad Kimvn.




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