Por: Equipo Comunicaciones Mapuche
Representantes indígenas y organizaciones ambientales denunciaron en Yakarta que certificadoras internacionales legitiman daños ecológicos y violaciones de derechos indígenas en la Patagonia chilena. Exigen auditorías independientes, participación efectiva y reformas en sistemas de certificación para proteger ecosistemas marinos y comunidades costeras.
Certificadoras ambientales de la acuicultura son emplazadas por daños y conflictos en la Patagonia chilena
Representantes indígenas de más de 15 países, junto a organizaciones ambientales y de derechos humanos, se reunieron en Yakarta, Indonesia, del 10 al 12 de marzo de 2025, en la Convención Mundial sobre Esquemas de Certificación y Sistemas de Auditoría. El encuentro abordó los impactos negativos de las certificaciones ambientales en sectores como la acuicultura, minería y forestal, destacando su incidencia en violaciones de derechos humanos y daños ecológicos.
En el caso de la Patagonia chilena, se denunció que certificadoras internacionales como Best Aquaculture Practices (BAP) y Marine Stewardship Council (MSC) han avalado prácticas de la industria salmonera que operan en áreas protegidas y aguas prístinas, vitales para la biodiversidad. Estas actividades no solo afectan los ecosistemas marinos, sino que también vulneran los derechos de comunidades costeras e indígenas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.
Uno de los puntos más críticos es la afectación de los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO), reconocidos por ley como áreas de uso consuetudinario para las comunidades indígenas. Estas zonas, esenciales para su subsistencia y cultura, han sido gravemente impactadas por la expansión de la acuicultura, sin que se esté cumpliendo con el respeto a las normas internacionales de derechos indígenas.
Los participantes de la convención señalaron que los sistemas de certificación actuales carecen de transparencia, independencia y efectividad, lo que ha permitido que empresas locales y transnacionales operen con impunidad en diversas áreas sectoriales. “Estas certificaciones legitiman violaciones continuas de nuestros derechos colectivos y daños irreparables al medio ambiente”, afirmaron los representantes indígenas.
Además, se enfatizó la necesidad de adoptar medidas concretas para garantizar el cumplimiento de estándares ambientales y de derechos indígenas. “La Patagonia es un tesoro global, cuyos bosques marinos y aportes de oxígeno son esenciales para el planeta. Proteger este legado es un compromiso ineludible con las generaciones presentes y futuras”, destacaron.
Los asistentes exigieron reformas profundas en los mecanismos de certificación, incluyendo la participación efectiva de las comunidades indígenas en la toma de decisiones, auditorías independientes y sistemas de reclamación accesibles. También rechazaron la mercantilización de tierras y recursos bajo falsas soluciones climáticas, reafirmando el derecho a la autodeterminación y la protección de los territorios ancestrales.
En el caso específico de la Patagonia, se instó a las entidades certificadoras a reevaluar sus criterios y revisar los incumplimientos de estándares internacionales por parte de las empresas salmoneras. “La transparencia y el rigor en estos procesos son fundamentales para preservar la integridad ambiental y social de la Patagonia, un patrimonio invaluable para la humanidad”, concluyeron.
Finalmente, se hizo un llamado urgente a evaluar las prácticas de la industria acuícola que han afectado los derechos indígenas, en particular aquellos consagrados en la Ley de Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO). “Es imperativo que se respeten estos derechos y se protejan los ecosistemas que sustentan la vida de nuestras comunidades”, concluyeron las representaciones participantes en Yakarta.



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