José Lincoqueo Huenuman Yem, fallecido el año 2022, fue el abogado de los Parlamentos Generales, instaló desde el poder judicial mismo, repleto de vocación litigante, el Parlamento como instancia de derecho político. Expuso su silogística, que relevaba al Tratado de Tapihue en su grado vinculante y orgánico a la República de Chile, y por ende, el compromiso jurídico primigenio de la imberbe República, que a la postre roto, irrespetó pasado los lustros, conllevando la invasión al sur del Biobío, perpetrada por Chile y Argentina, contra los ButalMapu.
En efecto, los historiadores, comprobaron que los Parlamentos estaban inscritos en los archivos reales del Consejo de las Indias, y en la Biblioteca Nacional, el Tratado de Tapihue con Chile. La reivindicación de este derecho elemental, en vigor por los artículos de la constitución vigente dada la integración de convenios internacionales de DDHH y de plenitud por la vigencia Convenio 169, elucidación del abogado Lincoqueo, ha permitido que varios presidentes de Cortes de Apelaciones se pregunten abiertamente, porqué en la Academia Judicial no se enseña sobre los Parlamentos… Los escritos de Don Jose instalados en Cancillería, reclamando embajada en tanto la autonomía reconocida en el Tratado de Tapihue, que nunca fue conculcado como acto jurídico, ni guerra declarada -tamaña felonía-, allanó como ensayo, la praxis jurídica que ha denunciado al Estado de Chile en la CIDH, y que muy probablemente sigan indicándolo por su “nuda vida” fundacional: el genocidio contra los Butalmapu… Respecto a la denuncia internacional explicada en Chile por el Juez Garzón, interpuesta en la Haya por la Comisión Mapuche de Derechos Humanos, en virtud de los cientos y cientos de niños mapuche raptados para ser vendidos al extranjero en la Dictadura de Pinochet… Legítima a propósito, la interrogante histórica por la Comisión alguna vez planteada, a saber: Si para 1825, Chile estaba reconocido solo por unos pocos países, y los Parlamentos Generales formaban parte del Derecho Indiano, derecho internacional de la época (recordar que el imperio español nunca se ocultaba el sol por su presencia en todos los continentes), ¿no es más bien que los mapuche aportan al reconocimiento internacional de Chile, que Chile aporte al reconocimiento de autonomía de los mapuche?…
El abogado Lincoqueo, cual Quijote, mientras manqueaba, combatiendo contra molinos de viento, en virtud de su delgada figura, sembraba los componentes elementales para la salida a la aporía que subyace al conato constitucional chileno en pleno siglo XXI; dicha aporía es no reconocer a los pueblos que le pre-existieron y que perduran reclamando su derecho a ser, en plenitud de derecho internacional por el Convenio 169 y la Declaración de Pueblos Indígenas ONU. Vale decir, nuestro abogado Lincoqueo clausuraba la aporía fundacional del estado derecho chileno, desde un acto de violencia total, como el genocidio, a un potencial nuevo carácter: hacer un Parlamento General, que devuelva, al Derecho, a la República.
Entre el 6 al 8 de Enero, se desarrollan distintas actividades de conmemoración de los 200 años del Tratado de Tapihue, quedan preguntas obvias dando bote, porque no hay peor engaño que el autoengaño…
…La meta del abogado José Lincoqueo Huenuman sigue pendiente, es evidente, a él no le preocupaba que aconteciesen folclorización y o academización. Empero, sí le ocupaba el irrestricto apego al Derecho, la pulcritud de pensamiento, acto, ética y ley, en virtud de lo cual, al no cumplirse sus reglas inscriptas en la historia, se prolonga la ignominia que dejó el genocidio… eso lo angustiaba y movilizaba a insistir en precisar, sacando fuerzas de flaqueza, hasta que literalmente se le fue el aire…
Que los 200 años del Tratado de Tapihue rememoren al abogado José Lincoqueo Huenuman, y su gesta sideral del poder de la razón. Las nuevas generaciones de abogados mapuche y sus weney, de todos los que aspiran a la verdad, entronizan desafío… Para la libertad.
Vicente Painel Seguel.
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