A dos años y diez meses del asesinato de Helvis Riffo Carrasco, avanza el proceso judicial, para este 28 de julio fijan audiencia preparatoria de Juicio Oral.
A principios de julio se dio por terminado el proceso investigativo, junto con ello, el juzgado de garantía de Villarrica fijó fecha para la preparación de juicio oral del caso. La audiencia se realizará en el bloque de las 10 de la mañana mediante video conferencia. El ministerio público solicita para el imputado Diego Tropan Urra, cabo primero de la séptima comisaria de Villarrica, una pena privativa de libertad de 10 años y un día de presidio mayor en su grado medio.
Según se puede constatar en una solicitud ingresada en el portal del Poder Judicial por el abogado J.C.G. la investigación realizada por fiscalía proporcionó antecedentes que permiten «fundamentar seriamente el enjuiciamiento del imputado», haciendo referencia a Diego Tropan a quien se le imputa el delito de homicidio simple en calidad de autor directo. El mismo documento relata los hechos ocurridos y menciona como causa de muerte de Helvis una herida torácica por proyectil de arma de fuego.
A testificar fueron llamados cuatro funcionarios de carabineros, cuatro miembros de la Brigada de Homicidios de Temuco, dos médicos cirujanos, vecinos y familiares, algunos de los cuales presenciaron los hechos que causaron la muerte de Helvis.
Contextualizando
El asesinato de Helvis Riffo ocurrió durante la primera ola de coronavirus en marzo de 2020, a su llegada la revuelta que había iniciado en Chile en octubre del 2019 sufrió un último golpe mortal, que si bien el primer golpe fue dado por la clase política con la firma del acuerdo por la paz a espaldas del pueblo, el segundo fue la llegada de uno de los peores virus que ha enfrentado el mundo la Covid 19.
Bastante se habló, en aquel entonces, de la forma en que el Estado enfrentó esta situación sanitaria, porque la perspectiva represiva fue, sin duda, la adoptada por el gobierno de turno, tanto a finales del año 2019 frente al descontento social, como a inicios del 2020 frente al SarS-CoV-2 o coronavirus. Así fue que a menos de un mes del primer caso el 22 de marzo se dictó toque de queda por Covid-19, medida que nos hacía recordar los toques de queda de los agitados días de revuelta, así como a otros les recordó los toques de queda de la dictadura.
«El Presidente ha instruído a partir de hoy en la noche un toque de queda en todo el territorio nacional desde las 22:00 horas hasta las 05:00 AM del día siguiente»
Jaime Mañalich, rueda de prensa en La Moneda, 22 de marzo 2020.
En los inicios de la pandemia las medidas de restricción adoptadas por el gobierno no fueron recibidas con la misma obediencia que se acostumbraba, parecía normal para todes, tras haber experimentado, producto de la revuelta de octubre, la solidaridad y complicidad que se da en la lucha por una vida digna, que la pandemia debíamos abordarla a través del apoyo entre vecinos y vecinas. Como extensión natural de la organización en tiempos de protesta, surgió la organización en tiempos de pandemia.
En Villarrica población Chile Barrio, cuando corría el año 2020 en plena pandemia, habitaba Helvis Riffo Carrasco, la villa ya conocía de cerca la represión policial durante la revuelta social, pobladores y pobladoras fueron reprimidos por carabineros en varias ocasiones. «Los vecinos dicen que en varias oportunidades carabineros disparó al aire para disolver la protesta, y muchas veces en esas manifestaciones había niños.».
Helvis fue un obrero de la construcción, hijo de una familia popular, familiares lo describen con un carácter «luchón» y es que parece que algo que Elvis llevaba en la sangre y que quizás se había fortalecido gracias a su madre, quien siempre les enseñó a sus cinco hijos a «luchar por su vida, a hacer las cosas bien, de forma honesta”, era la solidaridad con sus cercanos y el sentido de justicia. Por ello es fácil imaginar a Helvis atendiendo, un 20 de septiembre del 2019, a los gritos de uno de sus vecinos quien se quejaba del abuso policial ejercido mientras se realizaba un patrullaje en horario de toque de queda.
Si Helvis pescaba tres peces en el río cerca de su casa, uno era para la familia y dos para regalar. En otras ocasiones daba hasta su ropa a quien lo necesitara, la poca que tenía.
Lidia Carrasco
Esa solidaridad y sentido de justicia que se describen, fueron los componentes que muy posiblemente empujaron al joven Helvis de 29 años a salir de la tranquilidad de su casa esa noche, sin embargo, él no fue el único que respondió el llamado de auxilio. Precisamente, gracias a la no indiferencia de otros vecinos del sector, es que desde los inicios se ha puesto en cuestión que lo ocurrido aquel día haya sido un acto de legitima defensa, como sostuvo el Cabo Tropan y el parte policial.
¿Qué paso la noche del 20 de septiembre?
El 20 de septiembre de 2020, cerca de las 11 de la noche, con el toque de queda vigente, carabineros patrullaba la población Chile Barrio, mientras realizaba las rondas notaron que habían dos personas dentro de un vehículo el cual se encontraba estacionado, los carabineros que patrullaban ese día, dentro de los cuales se encontraba Diego Tropan, realizaron un violento control de identidad, en el cual, ambas personas, una de ellas menor de edad, fueron reducidas de forma agresiva.
Mientras se desarrollaba la detención los jóvenes comenzaron a gritar, ante ello Helvis y su pareja Erica deciden salir. Helvis fue primero, antes que Erica pudiera estar lista se escucharon al menos tres disparos, según afirma la familia y vecinos del sector, estos habrían sido perpetrados por el cabo Diego Tropan en contra de Helvis, quien se encontraba a más de un metro de distancia. El perpetrador de los disparos que abatieron al joven poblador fue compañero del mismo durante la educación básica y Helvis se habría acercado a intentar persuadirlo de no hacer uso innecesario de violencia.
“Tropan, teniendo al menor de edad reducido, desenfunda su arma de servicio en una posición sobre segura, porque además tenía otro vehículo que le prestaba protección respecto de todos los demás, la vía para ejecutar el disparo contra Helvis fue directo. Helvis jamás se abalanzó sobre Tropan, porque fue baleado de una calle a otra, a una distancia muy superior a un metro”.
Catalina Castillo Parra, abogada de la familia para el Ciudadano.
Erica Tropan, pareja de la víctima, relató «le pedí a los mismos carabineros que me ayudaran para llevarlo a urgencias, pero no me prestaron ningún servicio. Se miraban entre ellos y siguieron disparando»(…)»Llamamos a la ambulancia y tampoco llegaron. Finalmente, ante la huida de carabineros, fue una vecina quien en su vehículo traslado a Helvis y a Erica al hospital de Villarrica, sin embargo, este fallecería a las 00:10 hrs.
Como acto de completa complicidad ante al asesinato a sangre fría de Helvis, el parte policial de ese día indicaba que el cabo primero habría utilizado su arma en legitima defensa, pues el joven obrero se habría abalanzado hacia este con un objeto contundente en la mano. Pese a lo descrito en el parte policial poco a poco se ha ido desenmarañando la verdad, esta versión es poco probable e incluso ha sido desestimada por las pericias del caso.
La búsqueda de justicia y verdad
Una de las cosas que más sorprendió y por supuesto causó malestar en la familia, que a la fecha continúa en búsqueda de justicia, fue la medida cautelar que el juez de garantía decretó en el control de detención del 22 de septiembre del 2019. Arresto domiciliario parcial, consistente en una privación de libertad entre las 20:00 y las 08:00 horas, fue la resolución en aquel entonces, misma medida que se ha mantenido hasta la actualidad, pese a que el imputado ha cambiado al menos tres veces de dirección, como se puede constatar en Poder Judicial. Y es que esta cautelar parece insuficiente cuando se trata de quitar una vida sin motivo aparente.
Finalmente, cabe señalar que el Fiscal Julio Luis Sandoval Berrocal fue quien estuvo a cargo de decretar la medida cautelar para el asesino de Helvis Riffo Carrasco, lo cual resulta relevante de mencionar, pues es el mismo Fiscal que dejo a Mauricio Briceño, imputado por el reciente asesinato en contra de Eloy Alarcón Manquepan, sin ninguna medida cautelar, medida que posteriormente fue revocada por la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Temuco.
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