Movilización nacional
El 29 de diciembre del 2016, a las 3:00 AM comenzó un incendio que destruyó la vivienda de Yini Sandoval Reyes ubicada en el sector San Antonio de Temuco.
En el siniestro fue encontrado los cuerpos de Yini Sandoval de 28 años y de dos de sus tres hijos, Daniel de 2 años y Valentin de 5 años, el tercer hijo Ignacio de 10 años de edad, falleció una semana después de lo ocurrido en el Hospital San Borja de Santiago al tener comprometido varios órganos vitales y el 90% del cuerpo quemado.
En primera instancia se manejó la hipótesis que la muerte de Yini se habría producido por intoxicación y quemaduras en su cuerpo, pero testigos comentan que ya contenido el incendio, policías y bomberos se habrían percatado que la muerte de Yini, se trataba de un homicidio.
El fiscal de la zona, señor Jorge Mandiola se encontraba en la comuna de Padre las Casas realizando las pericias de un ataque incendiario a La capilla San José de Maquehue.
Según testimonios de la familia, éste habría ordenado vía telefónica levantar los cuerpos de la escena, situación que a juicio del abogado Alejandro Guzmán, representante de la víctima “Un delito de estas características requiere la presencia de la persona que va a dirigir esta investigación.”
Tras los informes entregados en la autopsia que realizó el Servicio Médico Legal se pudo constatar que Yini Sandoval, no murió producto del incendio, sino que por dos heridas cortopunzantes en el pecho y en el tórax, antes de iniciarse el incendio.
En marzo de 2017, gracias al apoyo de un equipo de abogados voluntarios, se interpuso una querella por homicidio calificado e incendio con homicidio reiterado contra quienes resulten responsables.
El Fiscal Jorge Mandiola, quién tiene antecedentes de malas prácticas en otros casos de la región, ha sostenido una investigación que a la fecha de hoy no tiene sospechosos, ni mucho menos imputados.
El caso de Yini Sandoval Reyes y sus tres hijos se mantuvo en el anonimato y pese al esfuerzo de la familia por generar presión a la Fiscalía para que tomara medidas acorde a la magnitud de los hechos, el caso no generaba la fuerza en la opinión pública de Temuco y mucho menos del país. Recién a un año seis meses apróximadamente y gracias al apoyo de organizaciones sociales como la Asamblea de Mujeres del Gulumapu y Ni Una Menos, se logra fortalecer la red de familiares de amistades de Yini Sandoval.
El caso fue expuesto en Concepción por la madre de Yini Sandoval en el encuentro nacional de mujeres realizado en dicha ciudad y desde ahí se dio cita para el 22 de junio a una movilización nacional exigiendo “Justicia para Yini Sandoval y sus tres hijos. Se realizaron acciones de Arica a Punta Arenas, velatones , marchas, concentraciones, etc.
A partir de estas movilizaciones, muchas mujeres se abanderaron con este caso, ya que como comenta Bárbara Galdames, integrante de la Asamblea de Mujeres del Gulumapu, “exigir justicia por Yini Sandoval, es exigir justicia por nosotras mismas, porque le pudo haber pasado a cualquier mujer y el sistema reaccionaría de la misma manera por no tener un apellido de mayor estrato social”, por lo que catalogan este caso como un femicidio.
En conjunto con las movilizaciones se entrega una carta a la moneda relatando los detalles del caso, gracias a esto La ministra Isabel Plá llama a la Seremi Araucanía del ministerio de la mujer y la equidad de genero la señora Sara Suazo y la insta a reunirse con la madre de Yini, sus abogados y una miembra de la asamblea de mujeres del Gulumapu. En esta reunión se solicita una cita con un miembro del gobierno central y con el fiscal regional para pedir un fiscal exclusivo del caso.
Luego de cada acción pública realizada por la familia, Alda Reyes ha recibido llamadas de distintos organismos del estado, cuestionando la exposición del caso, incluso en una oportunidad y pese a que los análisis de la autopsia son concluyentes, Alda Reyes recibe una llamada desde la moneda donde se cuestiona, si la muerte de Yini fue realmente un asesinato y no una muerte a causa del incendio, situación aberrante que deja en claro el desinterés en este caso por parte del gobierno y la nula consideración por una madre que ha perdido a su hija y sus tres nietos.
Entendiendo que las instituciones del estado son indolentes frente a estos casos y el sistema judicial es clasista, misógino, patriarcal y racista, el llamado es a seguir movilizándose, puesto que la organización y la movilización desde la sociedad conciente, es la única manera de obtener justicia para una mujer pobre que fue asesinada junto a sus hijos.
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