Este lunes 11 de junio se dio a conocer en tribunales de Temuco la sentencia en contra de José Tralcal Coche, Luis Tralcal Quidel y José Peralino Huinca en el caso Luchsinger Mackay. Un fallo sin precedentes en la historia penal chilena puesto que no existen pruebas contundentes, un relato como único soporte de la condena que fue tomado bajo tortura y se encuentra causa abierta hoy en contra de los funcionarios de la policía de investigaciones involucrados, un fallo que con las mismas pruebas absolvió algunos y condenó a otros. Una jueza, Ximena Saldivia, que dejó los alegatos diez días antes del conocimiento del fallo denunciando acoso laboral y presiones por parte del presidente de la sala Germán Varas Cicarelli, denuncia que hoy está siendo ocultada y que éste magistrado no entregó antecedentes en la lectura de sentencia coartando el debate solicitado por el abogado Sebastian Saavedra, cerrando y «huyendo del tribunal» prácticamente es lo que sucedió en palabras del abogado defensor Pablo Ortega.
Diez días tienen las defensas para apelar a la cadena perpetua simple (20 años) en contra de los hermanos Tralcal y 5 años bajo vigilancia intensiva contra José Peralino Huinca como delator compensado. Será la corte suprema finalmente quién avalará o no este juicio plagado de irregularidades en contra, una vez más, de la familia Tralcal, en contra de quienes han recuperado legítimamente territorio usurpado. Las conclusiones son amplias en un caso que por lo menos para los condenados aún está en curso.
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