La tarde de este Lunes 2 de Abril del 2018, en la Plaza Italia de Santiago coincidieron dos convocatorias: una era la marcha exigiendo libertad para los presos políticos mapuche, en especial para el machi Celestino Córdova, cuya huelga de hambre se prolonga ya por 80 días; la otra era una velatón exigiendo justicia para Joane Florvil, una mujer haitiana que falleció en extrañas circunstancias en un hospital, luego de ser acusada de abandonar a su hijo.
Ambas convocatorias se solidarizaron, y compartieron micrófono voces de la Red de Apoyo al Machi Celestino Córdova:
Así como voces de la Asociación Haitiana de Chile y de la Coordinadora 30 de Septiembre la que debe su nombre a la fecha en que Joane falleció el año pasado.
Cuando se acabaron las palabras, se emprendió la marcha, la que fue reprimida ni bien se puso el primer pie en la calle, con carros lanza aguas y piquetes de fuerzas especiales de carabineros, quienes se llevaron a 32 detenidos en sus redadas, una cifra elevada teniendo en cuenta que solo habría unas doscientas personas.
El machi Celestino Córdova está en huelga de hambre pidiendo 48h de salida a renovar su rewe, y exigiendo el libre ejercicio de su espiritualidad en la cárcel.
El rewe es el lugar sagrado del machi, autoridad espiritualidad del pueblo mapuche, cuyo culto está estrechamente ligada a la tierra (mapu).
Está preso desde hace 5 años, siendo el único imputado por el caso Luchsinger-Mackay, un matrimonio de latifundistas que murieron al ser incendiada su casa.
Los recientes escándalos protagonizados por Carabineros de Chile, como la ‘operación Huracán’ en donde ha quedado de manifiesto su modus operandi, consistente en elaborar montajes para apresar a los dirigentes del pueblo mapuche, y las extrañas circunstancias en que el machi fue hallado, sugieren que el machi Celestino Córdova es inocente y está preso por razones políticas.
Joane Florvil era una mujer haitiana que fue el 30 de agosto de 2017 en busca de ayuda a la oficina de protección de derechos en Lo Prado ya que al padre de su hija, quien trabajaba informalmente allí le habían robado su mochila donde tenía la documentación de él y de su hija. Dentro de toda esta confusa situación, Joane sale a buscar a alguien que pueda traducirle para comunicarse con los funcionarios quienes no le proporcionaron un traductor, dejando a su hija en la oficina. Los funcionarios la denunciaron a carabineros y fue detenida por abandono de menor. Estuvo encarcelada y posteriormente hospitalizada durante un mes, debido al hecho de no poder ver a su hija la que fue derivada al sename, el 30 de septiembre fallece por daño hepático presuntamente producido por un fármaco llamado levetiracetam que le estaban suministrando debido a que tenía un cuadro epiléptico, probablemente producido por la situación de estrés y angustia por no saber de su hija durante un mes y no entender las razones de su encierro.
Joane Florvil no sabía hablar en español y no fue proporcionada de un traductor, fue encarcelada, separada de su hija y posteriormente encerrada en un hospital, causándole la muerte por ser hatiana.
También estuvo presente el comité de solidaridad con el Kurdistán Chileno-mapuche, «el Comité recordó las agresiones militares que sufre el pueblo kurdo a manos del tirano turco Erdogan y sus matones del Estado Islámico y al-Nusra, igualmente se exhortó a las Naciones Unidas para que dejen de hacer la vista gorda al etnocidio realizado por el Estado turco y sus aliados. El Comité recordó además que tanto Joane como las mujeres kurdas son golpeadas por el patriarcado y sus métodos opresivos de control social.«
*Fotografía de cabecera extraída de Frente Fotográfico.
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