Declaración desde el Tercer Encuentro Nacional de la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del MAR

Abr 10, 2025 | Artículos / Reportajes / Entrevistas, Comunicados

Una Red que crece y se fortalece desde el desierto costero a la zona austral por la defensa del Mar

Por: Red de mujeres originarias por la defensa del mar | Fotógrafía: Gracie Escorza P.

Buill, Chaitén, Región de Los Lagos, marzo de 2025 — En el corazón de la Península de Huequi, (Chaitén, Región de Los Lagos) donde la cordillera se une con el mar, mujeres de los pueblos Diaguita, Chango, Mapuche-Lafkenche, Mapuche-Williche, Kawésqar y Yagán, nos reunimos el 28 al 31 de marzo para dialogar y definir propuestas colectivas que fortalezcan la gobernanza del mar y la defensa de los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO).

Rodeadas de alerces, delfines y el sonido de la lluvia y el mar, llevamos a cabo nuestro Tercer Encuentro Nacional de la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del MAR (RDM). Este encuentro marca un hito en el crecimiento y fortalecimiento de nuestra lucha, al sumarse a la Red cuatro nuevos territorios: San Juan de la Costa, Chañaral de Aceituno, Punta Lobos y Bahía Mejillones. Hoy la RDM la conformamos mujeres de once territorios y cinco pueblos originarios que luchan por la defensa del mar. 

En este contexto, alzamos nuestra voz para denunciar la grave situación que afecta al mar a lo largo de todo el territorio de Chile: La alarmante desaparición de las especies marinas, la inequitativa distribución de bienes comunes pesqueros y el uso del mar para fines privados y beneficio de la industria extractivista — las mineras en el norte y las salmoneras en el sur.

Desde el desierto a la zona austral reiteramos de manera colectiva que la Ley 20.249 protege y asegura que el mar, fuente de memoria, salud y soberanía alimentaria para nuestros pueblos, permanezca libre y accesible para las futuras generaciones. 

“Esta ley [20.249] abren nuevos caminos para luchar contra la discriminación y permitirnos abrazar con orgullo nuestros saberes, prácticas y oficios”— Integrante de la RDM

Por tanto, manifestamos nuestro rechazo ante cualquier intento de modificar la Ley 20.249, y reafirmamos nuestro compromiso de defender la integridad de nuestros derechos. Reiteramos la sentencia del Tribunal Constitucional del 9 de enero de 20251 que hace un llamado a garantizar la no regresión de nuestros derechos y la importancia de la participación de los pueblos originarios en todas las decisiones que nos afecten. Junto a esto, destacamos el reconocimiento de los ECMPO como un modelo ejemplar de conservación marina y gobernanza oceánica inclusiva, según el Informe de Naciones Unidas sobre Océanos y Derechos Humanos.2

Seguiremos trabajando para demostrar ese carácter inclusivo y respetuoso los ECMPO y hacer frente a la desinformación y discursos de odio que busca tergiversar esta realidad, sembrar la desconfianza y fragmentar nuestros territorios. Esta situación ha generado una escalada de confrontación, racismo y violencia, poniendo en peligro a quienes defendemos nuestros territorios costeros, incluyendo a nuestras familias y comunidades. Ante esto, pedimos al Estado la implementación efectiva del Acuerdo de Escazú en los ECMPO, brindando información oportuna, alertas tempranas y mecanismos de protección que garanticen entornos seguros para todas las personas.

“Exigimos justicia y una investigación exhaustiva e inmediata ante la dolorosa desaparición de nuestra hermana Julia Chuñil” —RDM

Como Red, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por fortalecer y amplificar la voz, participación e incidencia de las mujeres originarias. Seguiremos creando espacios inclusivos de formación que fortalezcan el empoderamiento de nuestras compañeras, enriqueciendo los debates sobre conservación marina con nuestros conocimientos ancestrales y una visión del territorio más allá de lo productivo, y trabajando por la recuperación y revitalización de nuestros saberes, prácticas y oficios tradicionales.

“¡Hoy no se habla de defensa del mar ni de Espacios Costeros Marinos en Chile sin la participación y reconocimiento al aporte de las mujeres!” — Integrante de la RDM

Resultado de nuestro encuentro, redactamos  la declaración de Buill, manifestando nuestro compromiso por seguir avanzando  en la garantía de nuestros derechos como mujeres originarias y pueblos de mar, así como en la protección de nuestros espacios costero-marinos, fundamentales para la conservación de la biodiversidad y la vida de nuestros pueblos y la ciudadanía en general.

Con gran fuerza en nuestra declaración reiteramos un mensaje claro y contundente: 

«¡Que ninguna mujer siga en la lucha sola!»

1  Ver: El Tribunal Constitucional y la defensa de la Ley Lafkenche: CIPER Chile en https://www.ciperchile.cl/2025/01/21/el-tribunal-constitucional-y-la-defensa-de-la-ley-lafkenche-un-hito-en-los-derechos-de-participacion-indigena/

2  Ver: A/HRC/58/59: El océano y los derechos humanos – Informe OHCHR en https://www.ciperchile.cl/2025/01/21/el-tribunal-constitucional-y-la-defensa-de-la-ley-lafkenche-un-hito-en-los-derechos-de-participacion-indigena/

Declaración de Buill
Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar
31 · Marzo · 2025.

«Nosotras, mujeres de los pueblos Diaguita, Chango, Mapuche Lafkenche – Williche,
Kawésqar y Yagán, integrantes de la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del
Mar, provenientes de once territorios, nos reunimos en Buill, Península de Huequi, del
28 al 31 de marzo de 2025 para dialogar,reflexionar y definir propuestas colectivas que
fortalezcan la gobernanza del mar y la defensa de los Espacios Costeros Marinos de
Pueblos Originarios.


Denunciamos la grave situación que afecta al mar a lo largo de todo el territorio de
Chile: La alarmante desaparición de las especies marinas, la inequitativa distribución de
bienes comunes pesqueros, el uso del mar para fines privados y para el beneficio la
industria extractivista —desde las mineras en el norte hasta las salmoneras en el sur; así
como la desinformación que busca menoscabar nuestros legítimos derechos, y los
discursos de odio que afrontamos las defensoras y representantes de comunidades
costeras marinas.


Reiteramos que la Ley 20.249, nacida de la lucha y sabiduría ancestral de los pueblos
originarios, protege nuestros espacios ancestrales, estableciendo límites a la
destrucción de ecosistemas y garantizando que el mar, como espacio de memoria, salud
y soberanía alimentaria, permanezca libre y accesible para las futuras generaciones.
Ante ello:

  1. Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa del mar y nuestros derechos
    adquiridos. Derechos que han sido reconocidos en la sentencia del Tribunal
    Constitucional del 9 de enero de 2025, que garantiza la no regresión de nuestros
    derechos y la participación de los pueblos originarios en todas las decisiones que nos
    involucran. Además resaltamos el Informe de Naciones Unidas sobre Océanos y
    Derechos Humanos, que reconoce los Espacios Costeros Marinos de Pueblos
    Originarios (ECMPO) como un modelo ejemplar de conservación marina y gobernanza
    oceánica inclusiva. Continuaremos vigilantes ante cualquier intento de recortar estos
    derechos, poniéndonos firmemente ante la modificación de la Ley 20.249.
  2. Expresamos nuestra solidaridad con las legítimas solicitudes de ECMPO de los
    territorios de los pueblos Changos, Diaguita, Yagán y Kawésqar. Acompañaremos sus
    procesos, exigiendo la aplicación justa y con enfoque intercultural de la Ley 20.249, que
    reconozca y respete sus diversas cosmovisiones y relación con el mar.
  3. Continuaremos trabajando incansablemente para asegurar la participación plena y
    efectiva de las mujeres. Fortaleciendo nuestras capacidades y liderazgos, generando redes de apoyo para el cuidado comunitario, potenciando nuestras economías propias, prioridades de desarrollo comunitario, sistemas alimentarios locales y oficios ancestrales.
  4. Ante las amenazas y ataques a las personas defensoras de espacios costeros, que
    afectan también a sus familias y comunidades, exigimos que el Estado cumpla con
    implementar efectivamente el Acuerdo de Escazú en los ECMPO, brindando
    información oportuna, estableciendo alertas tempranas y mecanismos de protección a
    fin de garantizar entornos seguros. Exigimos justicia e investigación inmediata ante la
    desaparición de nuestra hermana Julia Chuñill.
  5. Seguiremos en alianza con las mujeres de la pesca artesanal, mariscadoras, y mujeres
    que desarrollan actividades conexas, valorando sus prácticas tradicionales que
    contribuyen a la conservación de los espacios costeros marinos. Afirmando que los
    derechos humanos de ningún grupo deben prevalecer sobre los derechos humanos de
    los pueblos originarios.
  6. Celebramos la articulación y el primer encuentro de jóvenes de la Red, quienes suman
    las voces de las nuevas generaciones para seguir tejiendo redes intergeneracionales en
    el cuidado del mar. Esta lucha la hacemos por nuestras hijas, hijos y las nuevas
    generaciones.

¡Que ninguna hermana siga en la lucha sola!»

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