Una nueva alerta de desalojo ha vuelto a sembrar incertidumbre entre las 19 familias que, desde hace dos años, se encuentran asentadas en el sector de Aguas Buenas, en la comuna de Tomé. Mientras la empresa Forestal Arauco avanza en el proceso de desalojo, argumentando la defensa de su propiedad en el terreno, la comunidad afectada busca concretar una solución habitacional a través del Programa de Asentamientos Precarios del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu).

A pesar de los intentos de la comunidad por frenar el desalojo, recurriendo en distintas ocasiones a la Corte de Apelaciones de Concepción y al Tribunal de Garantía de Tomé para extender los plazos de investigación, el pasado 19 de diciembre se ejecutó parcialmente el desalojo de la comunidad “Laurelia Arcoiris”, integrada por vecinos y vecinas de la comunidad LGBTIQANB+.

En esa oportunidad, personal policial ingresó al lugar con maquinaria pesada para despejar el terreno y “recorrer todos los sitios que podían ser inhabilitados”. Desde la comunidad denunciaron: “Había un acuerdo en el que solo pasarían por los patios; Sin embargo, no se respetó completamente el mapa que nos entregaron. La comunidad está muy afectada”.

Situación actual y un lunes oscuro

El desalojo definitivo está programado para este lunes 6 de enero, lo que agrava la situación de las familias afectadas. Tras la intervención, muchos han tenido que buscar alternativas de subsistencia, ya sea alojándose con familiares o amigos, o permaneciendo en sus hogares para resguardar lo poco que queda y retirar sus pertenencias lo antes posible.

A través de redes sociales, la comunidad expresó “reconocemos la tradición popular comunitaria, pero también queremos resaltar un avance: el resguardo de la comunidad LGBTIQIA+, que es parte de nuestra sociedad y enfrenta la discriminación social e institucional. Esta discriminación es particularmente evidente en términos de soluciones habitacionales, donde enfrentan barreras incluso desde las reglas para postular a vivienda”.