Papas Fritas y Merken: Internacionalización al siglo XXI

Dic 30, 2024 | Artículos / Reportajes / Entrevistas

Frente a la fuerza centrífuga del desarrollo, hay tara decimonónica, el negacionismo de la pre-existencia al Estado del pueblo mapuche; que pone un sincope socavando el reconocimiento internacional de génesis mapuche de las papas fritas y el merken.

Las papas fritas (Yiwin poñi) establecida en heurística con “Cautiverio Feliz”; escrito del Siglo XVII, época en que los Butalmapu al sur del Biobío se mantenían en independencia -Kizungûnewûn- al Imperio Español, devela creación mapuche. La investigación histórica, por abajo, como diría el premio nacional Gabriel Salazar, encuentra claves; es que es elemental para explicar el devenir, indagar sobre de que se alimentan las gentes y operan sus modus vivendi. Así como no es dominio común que el triángulo de América es el poroto, el maíz y la papa -alimentos nativos-, de hecho, el reconocimiento del vodka chilote Sirena por vodka Kremlin, destilado Ruso premium, el vodka es destilado de papa por cierto, es reconocimiento de cuna. Así también se ignora, que es en el siglo XVII donde arriban las sopaipas desde Andalucía, y sopaipillas fueron rebautizadas en estas tierras, parafraseando a Canclini, ejemplo de hibridismo cultural; hay un sincretismo virtuoso que re bautiza en una cocina deleitosa siguiendo a Sonia Montecinos, el intercambio en equivalencia de mutuo reconocimiento; por eso las sopaipillas se consumen en todo el Cono Sur, conversaba el profesor Hernández del Liceo Pablo Neruda. Así también, el Mate se bebe fraternal por los Andes, vaso comunicante, no muro, visionario desde lo remoto…

Hay que auscultar la historia presente, la historicidad, persistimos con Salazar, es arqueología del futuro. Notable, cuando en la municipalidad de Santiago arrían la bandera mapuche wenufoye, y Concepción imita la afrenta unos días más tarde, acá en cambió, no solo en Pucón decidían que flameará la wenufoye, además en Lumaco, que cotidiana mantiene izadas sendas banderas mapuche, italiana y chilena, hacían la fiesta tricultural. La gastronomía mapuche, chilena e italiana se lucieron en independencias como en crisol… pensar en el Prosciutto di Pastene, el distintivo curtido italiano combinado con el ahumado mapuche (y que el cerdo sea avellanero), más aun la pasta con merken en la masa misma, o el joven empresario Venturelli que planteaba lo promisorio de combinar uva con manzana natural, un Pét Nat, espumante frugal, ágil…dan cuenta de turismo social y comunitario ventana al porvenir, y sí, las vocaciones productivas de industria artística, agricultura familiar, pesca artesanal y recreativa son asociativas. El merken marca vanguardia para la estrategia cultural inmanente de intercambios equivalentes que se tejen en economía real, las chances de internacionalizar estas áreas de libertad son siderales… la zona Ramsar del Humedal de Monkul es paradigmático para vislumbrar este potencial.

Si Chile se muestra al mundo como un apartheid económico-cultural, nos apresarán a una psicología subdesarralloda y racista, empero, si internacionalizamos en justicia, el valor mapuche, revelaremos la Antártica a la geopolítica de regeneración y equilibrio del BuenVivir -vid desde las cosmovisiones andinas, incluida mapuche, hasta la Ética a Nicomano de Aristóteles-, más enlazar las expos del Encuentro del turismo del Buen Vivir organizado por InnovaMalleco en UNAP Victoria… Y los bosques de Nahuelbuta hacia el sur son las especies endémicas que duermen en semillas bajo los hielos en la Antártica. No por casualidad, el congreso mundial de la Antártica se realizó en Pucón. El agua está acá, su valor universal… En las comidas se entiende la gente de política, negocios, amor…. Pertinencia es vinculante a innovación… ¿No se entiende que el turismo científico es polea cardinal?…

Vicente Painel Seguel.

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