Este 24 de mayo en dependencias de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC) se llevó a cabo un conversatorio que abordó el colonialismo en América Latina, el origen de la industria forestal en Chile, las irregularidades y racismo penal que enfrenta el pueblo mapuche y el testimonio de las comunidades en torno a la resistencia al colonialismo aún vigente desde hace 532 años.
La convocatoria fue realizada por la «Red de Apoyo a Familiares de Presos Políticos Mapuche de la CAM» y en una sala llena, donde hubo que traer más sillas ante la gran cantidad de asistentes desde hogares mapuche, estudiantes, dirigentes sociales, académicos y personas interesadas en la crítica situación en que se encuentran los procesos penales contra weichafe de la CAM.
El lugar no es al azar, dos de los PPM CAM son ex-alumnos de esta casa de estudios, Ernesto Llaitul Pezoa en la carrera de Sociología y Ricardo Delgado Reinao en la carrera de Trabajo Social. Paradójicamente quien encabeza la persecución desde la Delegación Presidencial del Biobío Daniela Dresdner, también transitó por la facultad de Ciencias Sociales, culminando la carrera de Sociología con su tesis sobre «mapuches urbanos».
El conversatorio fue abierto por Robinson Torres Salinas, Sociólogo, Dr. en Ciencias Socioambientales, profesor asociado del departamento de Sociología de la Universidad de Concepción, quien es especialista en extractivismo forestal y fuese docente de Ernesto. En su exposición, hizo un recorrido del colonialismo en América Latina desde la invasión europea, situando el extractivismo como eje del despojo sistemático que ejerce el poder económico hasta nuestros días en contra de las comunidades que ancestralmente habitan territorios bajo sus propios sistemas de organización y lengua, las cuales sostienen y funcionan hasta el día de hoy.
Torres definió la avanzada capitalista como un punto de quiebre, en la envergadura con que se comienza a explotar la naturaleza y amparados en la estructura de los Estados nación se recrudece el despojo a los pueblos indígenas.
En Chile este proceso dio pie a la industria forestal, la cual se extiende desde la región de Valparaiso hasta la Patagonia, concentrando el mayor impacto en la región del Biobío y Araucanía, es decir, Ngulumapu -territorio histórico mapuche al oeste de la cordillera de Los Andes-.
El académico entregó importante información basada en profundas investigaciones realizadas durante más de una década y resaltó la necesidad, pero también la disposición del mundo académico por abordar e investigar el conflicto mapuche desde la seriedad que corresponde, identificando este conflicto como «el más grande en América Latina después del Zapatismo en México».
Parte del equipo jurídico que representa tanto a Hector Llaitul como a Ernesto Llaitul, Esteban Henríquez, Ricardo Delgado Reinao y Nicolás Alcamán. Expusieron sobre la situación de las dos querellas que los involucran y dieron a conocer las debilidades e inconsistencias con la que ha actuado el poder judicial, dando a conocer un racismo penal, contradiciendo principios fundamentales del derecho, el cual es perseguir hechos y no personas.
Ambos juicios y en general los procesos en Chile contra personas mapuche tienen un sesgo jurídico que los lleva a <suponer la participación de>. Con todos los antecedentes de pruebas inconsistentes y un claro racismo que busca castigar al pueblo mapuche, el Gobierno de Gabriel Boric, se querella en una doble persecución a través del Ministerio Público y las querellas del Gobierno a través de las Delegaciones Presidenciales, con una narrativa comunicacional que categoriza al mapuche como delincuente. Este mensaje de tranquilidad a la Industria Forestal invocando ley de Seguridad Interior del Estado, presentando querellas y otras herramientas del ejecutivo, solo persiguen aumentar las penas y la criminalización a las legítimas demandas del pueblo mapuche.
Las exposiciones dejan en claro la falta de comprensión del poder judicial y el poder ejecutivo para abordar las demandas políticas de restitución de tierras usurpadas por el Estado de Chile al pueblo mapuche en diferentes procesos de la historia.
Intervenciones de fiscales como «¿Quién es el lonco de la CAM?» o desconocer convenientemente el rol de un Werkén para tipificarlo como «líder» de una organización y juzgarlo como autor de hechos realizados por la CAM por su mera condición de pertenecer a la organización en un rol de diplomacia incomprensible para el Estado o enfrentarse a la necesidad de solicitar la aplicación del Convenio 169 de la OIT en virtud que toda persona perteneciente a un pueblo indígena en los países que adhieren a este convenio, está amparada de facto a su derecho a la libre determinación.
Desde las comunidades en resistencia el mensaje de continuar el proceso de recuperación de tierras ocupadas por la nefasta industria forestal se une a la necesidad de apoyo en las ciudades para dar a conocer un hito determinante que amenaza la libertad de expresión y reafirma al Estado en la posición de invasor en el conflicto mapuche, negándose a toda posibilidad de diálogo, ya que su estrategia demostrada con el encarcelamiento del Werkén Héctor Llaitul y recientemente el Werkén Rafael Pichún ha sido encarcelar a la persona encargada de iniciar las conversaciones.
Endurecer las condenas invocando herramientas de la dictadura por el solo hecho de expresar verbalmente el mandato de reconstruir la nación mapuche desde la perspectiva autonomista, lo cuál es un derecho internacional de los pueblos indígenas, hoy, en el gobierno progresista del Frente Amplio, es motivo para encarcelar personas con penas altísimas y un abuso de la prisión preventiva, sosteniendo una negación de la existencia de un conflicto entre el Estado de Chile con el pueblo Nación Mapuche. «Si esta va a ser la política del gobierno, es de esperar muchos presos políticos en el futuro».
La invitación es a apoyar las actividades que está organizando la «Red de Apoyo a Familiares PPM CAM» y felicitarles por esta primera actividad, muy provechosa para todas las personas que participamos. Apoyar a las familias en el duro proceso de tener un hijo sin libertad y la tortura emocional y económica que eso significa para las familias.
«Como familiares de los PPM CAMche, no nos vamos a esconder, no daremos ni un paso atrás y vamos a seguir abriendo espacios de debates porque apoyamos incondicionalmente la lucha de nuestros hijos y del Pueblo Mapuche.»
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