Todos los viernes, desde las 13.30 hrs. estarán reproduciéndose en nuestra señal online las sesiones que se llevaron a cabo en el seminario experimental en epistemopolíticas y metodologías de la intensificación «Lavarse el Bautismo».

Esta actividad organizada por el grupo de estudios discretos Paul K. Feyerabend, la cual tuvo lugar en la facultad de ciencias sociales de la Universidad de Chile, en el campus Juan Gomez Millas, durante el último trimestre del año 2017.

Como consignan en su página de Facebook «El Seminario de Experimentación en Epistemopolíticas y Metodologías de Intensificación, está dirigido para todo aquel que participe de procesos de investigación, individualidades o colectividades, huérfanos de la academia o habitando sus entrañas, de todos los territorios del país. […] El seminario se fundamenta en la necesidad de una exploración sistemática en nuevas posibilidades de investigación, que permitan delinear vías de escape, ángulos de salida y posicionamientos estratégicos, respecto a los problemas que atraviesan, hace ya largo tiempo, las ciencias sociales, la filosofía, la academia, la calle, los modos de vida.»

El seminario, en su primera versión cuenta con cuatro sesiones:

1. Crítica política de epistemologías dominantes.
2. Desagregaciones de la racionalidad universal.
3. Esquirlas ingrávidas del marxismo
4. Ciencias criminales y metodologías de la intensificación.

En el 2019 tuvo lugar una segunda versión del seminario, llamado «Después del futuro anterior». Donde quedó registro de dos instancias, una con el colectivo Juguetes perdidos y otra con Vero Gago y Luci Cavallero en diálogo con estudiantes chilenas sobre la economía del cuerpo.

Al respecto la organización del evento declaró lo siguiente: «En este seminario / taller invitamos a cruzar, reflexionar y elaborar estrategias colectivas y territorios temporalmente autónomos que permitan transversalmente inclinar nuestros malestares afectivamente, asumiendo el desafío de hacerlos devenir preguntas estratégicas y en ofensiva al imperativo de las oportunidades, de la obligación lineal del futuro como progreso, siempre excusa para golpearnos e, incluso suicidarnos, si a las (no tan) nuevas derechas les parece rentable. Como señalaban las calles, el objetivo supone convocar/invocar las fuerzas que las luchas en curso despliegan en acciones colectivas de manera cotidiana para permitirnos imaginar nuestra derrota y combatir nuestro presente. Ponerle acciones vivas y amistosas, inclinaciones afectivas devenidas estratégicas, alianzas insólitas y en raje, sabotajes danzantes a la mudez y tibiez organizada de los expertos de la crítica, los progresismos juveniles emprendedores y las roñosas guardias ideológicas del utopismo soso con que se actualiza la máquina de devastación capitalista.»