Este viernes 22 de septiembre llegó el nuevo cuerpo de inspectores motorizados junto a un delegado municipal para notificar a los productores agrícolas y hortofruticultores locales Mapuche y No Mapuche de Temuco, se les realizó decomisos y advirtió sobre las futuras multas por ejercer venta de productos en el eje Balmaceda/Anibal Pinto, espacio cedido tras un proceso de movilizaciones gatillado justamente por la constante amenaza de expulsión.
Se trata de productores locales que históricamente han abastecido al comercio local, almacenes y puestos establecidos de la Feria Pinto, pertenecientes a la Asociación Indígena de Productores Hortofrutícolas de la Novena Región y que agrupa a más de 500 socios/as que rotan durante el año vendiendo su producción. Esto avances se firmaron bajo la administración anterior de Miguel Becker con la asociación, mientras se materializaba el proyecto Puerto Seco en calle Barros Arana, a un costado de la estación de trenes, incluido en los acuerdos.
Acuerdos que finalmente el alcalde Roberto Neira pretende implementar abruptamente y sin diálogos, presumiblemente por la presión que están ejerciendo desde los gremios del transporte y comerciantes de la Vega, debido al considerable aumento de comerciantes y vendedores de frutas y verduras al detalle, que se agolpan cada día en calle Balmaceda desde el eje Aldunate hasta Anibal Pinto, cuestión que ha generado un aumento en la congestión vehícular y un menor flujo de compradores en la Vega.
Tras reunión sostenida con municipio la razón sería el mandato de contraloría por cumplir ordenanza municipal, mismo argumento de la administración de Becker. Esto no se entiende declaran familias productoras afectadas, puesto que el actual alcalde hizo campaña y pidió el perdón a las hortaliceras y productores locales, en circunstancias que ahora se les amenaza nuevamente con ser expulsados por la necesidad de “limpiar Temuco”, lenguaje sumamente racista y una actitud intransigente, denuncian.
Por lo visto no se pretende el logro de soluciones integrales, y tenemos una administración que no es capaz de leer las necesidades de la población local donde ha habido un claro aumento al costo de la vida, un claro aumento en la cesantía y la gran necesidad de estos nuevos comerciantes por generar recursos para el sustento familiar. Así mismo no se puede borrar de cuajo la historia de lucha de los hortofruticultores locales por ejercer la venta con identidad de sus productos, los acuerdos firmados, donde se vulnera el derecho emergente a la identidad comunitaria y colectiva de la ciudad.
Así mismo declaran que el proyecto Puerto Seco no cumple con las expectativas y necesidades proyectadas por la asociación, responde posiblemente a soluciones parche sin pertinencia ni identidad, como también se observan falencias técnicas en capacidad, espacios y logística interior.
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