CULTURA.- “Trama y pulsaciones: una panorámica de una escena cultural” se denomina la exposición que se inauguró a comienzos de mayo en el Museo Ferroviario de Temuco y se mantendrá abierta a todo público hasta el 11 de junio.
Por Natalia Meza Serra.
La muestra integra el trabajo de 16 artistas de La Araucanía, desde la década de los 90 hasta la fecha y es un recorrido entre fotografía, pintura, esculturas, videos ensayos, arte sonoro, archivos, entre otros. Así lo cuenta el curador Gonzalo Castro Colimil, un agitador cultural que, junto a una coordinadora de artistas, identificó la necesidad de detenerse y revisar qué ha pasado los últimos 28 años en las artes de este territorio.
1.- ¿Por qué considera necesario realizar este ejercicio de retrospectiva
artística de La Araucanía, desde la década del 90 hasta la fecha?
Primero que todo, esta muestra está gestada por C.O.A, Coordinadora de Operaciones Artísticas, en la que participo. Nos parece relevante presentar un ecosistema local, esta serie de relaciones gestadas y activas en el territorio desde hace ya tres décadas, mediante colectividades, oficios, trawun, necesidades y urgencias. Un sustrato cultural de este territorio que ofrece y releva las características propias de esta zona; su emplazamiento en territorio mapuche, y su situación social, política y económica.
Esta exposición se suma a otras actividades que ocurren hoy en día en la región y la necesidad actual del gremio artístico por darle visibilidad a su trabajo y labor. Comprendemos la importancia del rol del arte en las manifestaciones contemporáneas, utilizándolas como herramientas de diálogo y activación en lo bio y geopolítico. Esta es una invitación a recorrer lo íntimo de cada artista y en colectivo, sus herencias culturales, historicidades y oficios.
2.- ¿Cuál fue el criterio de selección de las y los artistas que serán parte de la exposición que agrupa una mirada de los últimos 28 años de la cultura y arte en la zona?
Tiene que ver con los espacios que las y los artistas habitaron desde los 90 hasta hoy en día. Había una necesidad de encontrarse, politizarse, y también compartir ciertos quehaceres y oficios. Ahí aparece la Bodega Subkultural, la Fabrika Subkultural y que derivó en los años 2000 en el espacio Fentxen Mañum. Estos lugares, fueron y son un semillero de artistas que integran esta exposición. Esta muestra, más que hablar de artistas independientes, plantea un paisaje local que se interrelaciona, hay una red de colaboración y trabajo que tienen estos 16 artistas.
Podemos identificar la práctica cultural mapuche tradicional con Christian Collipal y José Ancan en el levantamiento de los chemamüll y contemporánea con las performance y acciones de arte de “Inchiw”; Patricia Pichun en la fotografía; Eli Wewentxu en la música. Luego pasamos a las artes vivas, a la danza particularmente y la irrupción de la calle con Barbara Gajardo e Insistencia Colectiva. También entra la dramaturgia con José Isla y el Viaje de la Serpiente en los 2000. Esta es la dinámica: qué hacen estos artistas, de dónde son; eso devela un paisaje y un entramado latente, por eso se llama Pulsaciones, ya que tiene una especie de latir que aparece y desaparece.
3.- ¿Has identificado el levantamiento de los chemamüll en el Cerro Ñielol, por José Ancan y Christian Collipal como un punto inicial en esta línea temporal. ¿Podrías contarnos cómo este hito traspasa lo simbólico, según tu revisión, e influye en el desarrollo de la escena artística y cultural de Temuco?
En el año 95, esa era una práctica olvidada, ha ido tomando valor y peso al pasar de los años. Se ve que se comienza a levantar chemamüll para identificar un territorio y enunciar que es mapuche: una respuesta a la chilenidad y la colonización simbólica y territorial. Entonces identificamos un antes y un después de este gesto. Si bien en su minuto era fúnebre, creo que hoy en día ha tomado otra significancia como la cultura móvil que es. Así lo vimos, en el estallido del 2019 cuando se comenzó a levantar chemamüll en distintas plazas.
Por otra parte, es relevante lo que pasa a nivel artístico en el periodo de la transición y la efervescencia de los 90. En ese periodo podemos ver a Collipal pintando murales con Aukatun, la banda Pirulonko también es de esa época, creo que señala una hoja de ruta que podemos identificar hoy en día en esta retrospectiva.
4.- ¿Con qué se encontrará el público que asista a la exposición en el Museo Ferroviario de Temuco?
Con una panorámica cultural local haciendo referencia a los encuentros entre artistas. Podremos ver pinceladas biográficas, históricas del territorio y mayormente sobre las herencias culturales. Es en sí un entramado al que la comunidad de Temuco y de la región está invitada a participar. Habrán diversos lenguajes como pintura, esculturas, videos ensayos, acciones de arte, arte sonoro, trabajo de archivos entre otros.
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