Este 16 de marzo se cumple un mes del fallecimiento de Rubén Collio, el comunero mapuche, defensor de la tierra y luchador incansable por la búsqueda de justicia por su compañera de vida, Macarena Valdés yem. La muerte de quien fue Werken de la comunidad «Newen de Tranguil» deja un legado de resistencia, la que según su familia y la coordinadora Justicia por Macarena Valdés «será tomada con responsabilidad y manteniendo el compromiso con la dignidad».
El accidente
La noche del 15 de febrero Rubén Collio regresaba de Boroa. Todo estaba en orden para volver esa noche a Tranguil, pero mientras conducía por la ruta 199-CH, que conecta Villarrica con Freire, la camioneta que manejaba sufrió un volcamiento.
Según lo declarado por uno de los carabineros que llegó hasta el puente Pedregoso, lugar del suceso, Rubén se habría quedado dormido al volante a eso de la medianoche, sin embargo, aún se esperan los peritajes.
El fiscal Carlos Contreras anunció durante la madrugada del 16 de febrero a radio Cooperativa que habría fallecido la única persona ocupante del vehículo, así, el cuerpo fue trasladado hasta el Servicio Médico Legal de Temuco.
La noticia se difundió rápidamente, de manera que cientos de comunidades, territorios en resistencia y organizaciones sociales, que compartieron con el ex- Werken llegaron para despedirlo a Temuco y luego a Tranguil.
Eluwün
Durante los tres días que se despidió a Rubén, se le recordó por su incesante lucha y porfía, pero por sobre todo, se rescató el amor y la alegría que compartía con sus más cercanos y quienes alcanzaron a organizarse junto a él.
El camino que tomó luego de la muerte de Macarena Valdés, su compañera y activista medioambiental, lo llevó a compartir con cientos de personas que esta vez lo despedían a él.
La lucha continúa
A pesar de todo el dolor que ha provocado el fallecimiento del comunero, su familia y la Coordinadora por Justicia por Macarena Valdés declararon mantenerse activos, «sin partidos políticos, ni instituciones, porque aquí hay una lucha digna», lo que va en línea con el posicionamiento que tomó Rubén en vida.
Las agrupaciones y personas autoconvocadas que han apoyado la búsqueda de justicia por Macarena, se han comprometido a seguir con la causa, que este año cumple 6 años, desde que uno de sus hijos encontró a Macarena muerta al interior de su hogar. La insistencia de Collío llevó a que se pudiera realizar una segunda autopsia, la que confirmaba la intervención de terceros en la muerte de su esposa.
Cabe recordar que el fallecimiento de Macarena se dio en medio del conflicto que había desatado la empresa RP Global con la instalación de una central de paso en el río Tranguil, a la cual la familia Collío Valdés se había opuesto.
“No buscamos verdad, porque ya sabemos: a Macarena la mataron»
La última vez que Rubén conversó con la radio JGM declaraba tener los documentos necesarios para probar que «a la Negra la mataron», desestimando la versión del Servicio Médico Legal de Valdivia, quienes a través del parte médico entregado por el doctor Enrique Rocco, afirmaban que se había tratado de un suicidio.
Entre los respaldos que tenía Collio existía un metaperitaje que realizó la doctora Carmen Cerda, directora del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile: «La doctora hizo un análisis célula por célula de una muestra de tejido extraído del cuello y concluyó que Macarena estaba muerta cuando la colgaron”, a esto luego se sumó el trabajo que realizó el doctor Luis Ravanal en el segundo peritaje que se hizo al cuerpo de Macarena, tras su exhumación – proceso no menor para la cosmovisión mapuche, ya que significa una interrupción del viaje de quienes han fallecidos y a los ngen que acompañan-, en ese segundo documento Ravanal ponían en duda la afirmación del SML: «No se confirma la existencia de signos objetivos que permitan sustentar que la víctima se hubiese encontrado con vida al momento de ser suspendida por un cordel o lazo a nivel cervical”.
La familia espera prontamente volver a las actividades y vocerías, de manera de poder darle mayor visibilidad al caso de Macarena Valdés.
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