Este 8 de marzo, radialistas cómplices nos unimos en la creación de este programa especial para nutrir nuestras luchas feministas y disidentes autónomas, en resistencia a las instituciones politico-patriarcales coloniales que hacen usufructo del feminismo.

Aquí puedes escuchar y descargar este cadenazo radial que reúne nuestras voces, creativas, diversas, con la memoria de nuestras muertas y la fuerza de nuestras ancestras.

“Escribo para grabar lo que otros borran cuando hablo,para escribir nuevamente los cuentos mal escritos acercade mí, de ti. Para ser más íntima conmigo misma ycontigo. Para descubrirme, preservarme, construirme,para lograr la autonomía” (Gloria Anzaldúa)

En este 8 de marzo recordamos que tenemos fuerza, porque somos tejido, somos red de mujeres y personas defendiendo territorios,la lucha es por la reivindicación territorial, contra el extractivismo neoliberal y por supuesto contra la violencia estatal, colonial y patriarcal. 
Defender nuestros territorios y la vida de nuestras comunidades implica riesgos, peligros y dolores. Muchas veces se lleva la vida de compañerxs, lo que deja vacíos en familias, comunidades y redes de resistencia. Otras, se lleva la libertad de personas fundamentales para su entorno, y con ello los costos de mantener la enteresa de quien está encerrade en la cárcel y resisitir desde fuera con todo lo que ello implica.
La defensa de nuestros territorios no es un eslogan publicitario, implica esfuerzos comunitarios, dolores profundos, momentos que resultan incomprensibles y que a veces nos superan. Pero nos reponemos al dolor de mejor manera si estamos acompañades entre hermanas, en comunidad, recibiendo el amor de personas en distintos lugares que empatizan con otras hermanas de lucha.
Las mujeres participamos, damos vida a la lucha y somos parte de ella desde mucho antes que se hable de ésta y se le ponga un nombre, la lucha de las mujeres va más allá de los partidos políticos, las instituciones gubernamentales y su burocracia. En nuestras comunidades y en el día a día hay lucha, hay organización, hay política y las mujeres participamos activamente de ésta en base a nuestras propias formas y modos de organizarnos. 
Somos parte de un tejido que tiene la raíz y fuerza en el respeto. Tenemos la capacidad de vivir autónomas y de organizarnos, no necesitamos instituciones que hablen ni decidan por nosotras.
Aquí nuestras voces, aquí muchas voces, somos miles y no nos callaremos.

Fotografía de portada: movilización 8M en Temuco

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