Durante la tarde de este jueves 29 de abril en caminos cercanos a la ruta 5 Sur, a la altura de Perquenco, fue detenido el lonko del lof Radalko, Alberto Curamil, junto a su hijo y otro menor.
Si bien se encontraban realizando un corte de ruta para visibilizar la quema de una ruca ubicada en el lof Koyam Montre, por parte de presuntamente grupos de extrema derecha de la zona; no fueron efectivos policiales identificados como tales, ni utilizando los protocolos correspondientes para disuadir una manifestación, los que utilizaron en el procediminto de este jueves, sino qué, según relatan familiares, abogados y testigos del hecho, Curamil habría sido emboscado, golpeado y a simple vista «secuestrado» por desconocidos armados que no explicaron en ningún momento a nadie, hacia donde lo llevaban ni en que calidad se encontraba.
Esto generó una gran preocupación tanto en círculos cercanos al lonko, como en redes de apoyo al pueblo mapuche, órganos defensores de Derechos Humanos, y la sociedad en general, ya que la información que hubo en el momento fue solo que se encontraba en manos de civiles armados y sin conocer su paradero. Cabe mencionar que en una situación similar pero al otro lado de la cordillera, sucedió la desaparición forzada de Santiago Maldonado, donde aún la familia se encuentra exigiendo justicia, tras haber perdido a su compañero en medio de una irrupción policial.
Horas más tarde, luego de numerosos llamados y solicitudes de información por parte de diversas organizaciones, se pudo constatar que el lonko se encontraba golpeado herido de perdigones y detenido en la comisaría de Lautaro.
Conversamos con Manuela Royo, abogada del lonko Alberto Curamil quien nos explica más sobre la situación de salud y judicial del dirigente.
Preocupación ha causado en las comunidades mapuche estas últimas semanas la participación activa de civiles no identificados en medio de los procedimientos policiales que se estan llevando a cabo en territorio mapuche.
Como medio hemos recogido relatos similares en distintas comunidades donde civiles han destruido rucas, vehículos, intervenido espacios e ingresado a los predios en conjunto con la policia, de manera cordinada, cuestión que pone en riesgo las vidas de menores, ancianos y todos quienes forman parte de las recuperaciones territoriales, encontrándose a expensas de personas que no tienen conocimiento de cómo llevar a cabo el desarrollo de una intervención legal, sino que abiertamente se hacen presentes para atacar a las comunidades, sus bienes y sus dirigentes; y lo más preocupante, a vistas de las fuerzas policiales.
Si bien finalmente la detención del lonko, que al parecer habría sido efectuada por personal policial pero sin protocolos formales y legales, como tener a la vista sus identificaciones, explicar en qué calidad se encuentra, y dar aviso a sus seres cercanos del lugar donde trasladarían al dirigente, da espacio para que en otro momento puedan ocurrir situaciones mucho peores en un estado de derecho.
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