Y paso otro 11 de septiembre más, y paso otro día de pandemia más, se que el 11 no es un día cualquiera, muchos perdieron familiares, muchos siguen buscando entre el silencio y el olvido, a otros aún los atormentan los recuerdos, montones no han querido hablar de lo que vivieron, lo traumático se refleja en ese silencio doloroso, que para ellos, la otra vereda, no lo fue, pues lo recuerdan a su manera, tocando trompetas y disfrutando de sus millones robados, viven a costa del dolor de todos los torturados, desaparecidos, fusilados, degollados, quemados vivos, lanzados al mar, pero hoy no escribo por esto, hoy quiero invitar a la reflexión, porque se que hemos perdido el miedo y eso nos hace de cierta manera más irresponsables.
Primero es importante aclarar que no es irresponsable manifestarse, salir a la calle que tanto costo recuperar y validar, aún resuenan en la memoria cuando decían “el día del joven delincuente”, pero que valido se torno en dictadura esa manera de exigir justicia, pero que valida se convirtió en la actualidad esa manera de pedir dignidad, y es que en verdad “esa manera” nunca ha sido antagonista, es necesaria, es la forma, es el momento, están dadas las condiciones.
Entonces ¿qué es lo irresponsable? Esto viene de las prácticas que tenemos en la calle, el descuidar al gran hermano, al panóptico que nos vigila (que vemos y no vemos), tenemos que ir mejorando esas cosas, porque la masa no te da la protección, es más, en algún momento la masa incluso puede jugar en tu contra, tu protección reside en tu autocuidado en “conocer la calle”, quizá suene moralista, pero es algo que ya deberíamos haber asumido, de qué sirve que uses una capucha, además del simbolismo, si te la pones frente a una cámara, ellos tienen todas las armas y herramientas para saber quiénes somos, dónde vivimos, con quienes nos juntamos y podríamos decir que gracias a las redes sociales, incluso lo que pensamos.
El desconfiar de todo no es una mala idea, much@s compas son perseguidos a sus casas, son seguidos a sus trabajos, son esperado afuera de hospitales después de las marchas, y no, los políticos no están a tu favor, por muy de apruebo que se vistan, por muy bonito que vomiten su discurso en el congreso, por mucho que quieran comprarte con tu 10%, luego te van a pedir disculpa por aprobar leyes que están a tu favor, que tienen a casi tres mil compas encerrados y muchos arriesgando años de cárcel, y es por esto mismo que el llamado es a ser invisibles, a estudiar el lugar donde actuamos, a elegir el momento de actuar, con quien hacerlo y con qué hacerlo.
Entregarte en este momento no te hace un superhéroe, te hace uno menos, ya sabemos que sacan ojos, violan, torturan, desaparecen y matan, igual que en dictadura, por lo mismo debemos cuidarnos, porque ahora, quizá hasta más que antes, gracias a la pandemia y la mierda de presidente, tienen todo a su favor, 400 compas perdieron la vista y dos o tres pacos están siendo procesados por casos puntuales, y descaradamente hablan de “persecución a la institución”, quizá a muchos no les gusten están palabras, pero se torna necesario dar un paso a la acción reflexiva, no soltemos la calle, no dejemos las manifestaciones, no dejemos la lucha, pero cuidemos de nosotros y nuestros grupos, puede que haya mucho más que decir, mucho más que aportar en experiencia, pero también es una tarea individual repasar lo que ya hemos hecho y lo que próximamente vamos a hacer.
El panóptico siempre deja puntos ciegos, saquémosles provecho.
Enviado al correo…
Imagen adaptada de https://www.vaqueradelespacio.com/2020/04/sociedad-panoptica-biopolitica-de-foucault/
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