La consecución de ciertos derechos al interior de la cárcel de Temuco por los presos políticos mapuche ha sido históricamente producto de movilizaciones de diversa índole, entre las que se encuentran las huelgas de hambre.
El ejercicio de estos derechos consagrados en diversos instrumentos de derechos de índole nacional e internacional son coartados por los reglamentaciones institucionales que desconocen y no incluyen la pertinencia cultural de los internos de origen mapuche y por otra parte son vulnerados por la falta de voluntad de las autoridades penitenciarias para escuchar y abordar las demandas y propuestas esbozadas por los mismos internos (presos).
En la actualidad, en la cárcel de Temuco después de intensas movilizaciones de un grupo de presos políticos mapuche que incluyo una huelga de hambre de 40 días del peñi Facundo Jones Huala y de 24 días de los comuneros Álvaro Millalen, Jorge Cayupan y José Caceres se logró una providencia (la 125) que permitirá que mientras los internos permanezcan en el penal podrán asistir al gimnasio con los peñis condenados a realizar en conjunto un nguellipun 1vez a mes en cada luna llena con la finalidad de fortalecer su espiritualidad además de abrir la posibilidad de avanzar en un protocolo de acuerdo respecto de visitas masivas de carácter cultural y la realización de talleres de cultura mapuche y de mapuzungun al interior de la cárcel entre los peñis imputados y condenados del módulo de comuneros.
Estos logros que afuera parecían ser mínimos, al interior de la cárcel adquieren una dimensión distinta y mayor ya que doblar la férrea oposición de los restrictivos reglamentos penitenciarios son indudablemente un triunfo en materia de derechos humanos, más aun cuando han sido producto de la lucha y convicciones de los presos que sin importar eventuales sanciones o afectaciones a su salud lo han hecho con la finalidad de expresar su espiritualidad y dejarla establecida como un derecho que pueda ser ejercido por los presos actuales y por los que a futuro eventualmente pudiesen caer en la cárcel producto de la defensa de sus derechos en el marco del denominado conflicto mapuche.
Los presos políticos del módulo de comuneros de la cárcel de Temuco son concientes que el ideal de la expresión de espiritualidad mapuche es en sus propios territorios y que el centro orientador de dichas expresiones es el az mapu de cada lof con sus manifestaciones sociales, espirituales y materiales (feyentun, yamuwun, newen, ngen, keyugun, nguellipun, nguillatun, etc ) y que la columna vertebral de la lucha por la liberación de nuestro pueblo es la recuperación territorial y la reconstrucción, política, social y cultural sobre dicho territorio por lo tanto esa será siempre su demanda además de la liberación de los presos políticos para volver a sus territorios a seguir aportando a cada lucha que en ellos se está desarrollando.
Los presos políticos mapuches son absolutamente concientes de la represión política, jurídica por la cual están privados de libertad y que producto de diversos procesos de defensa de los derechos del pueblo mapuche y de la recuperación territorial seguirán cayendo luchadores mapuches en las cárceles del país. Mientras no cambie la relación de subordinación que se encuentra el pueblo, respecto a los estados colonialistas chilenos y argentinos. De la misma manera conoce la dinámica judicial y penitenciaria que busca por todos los medios castigar y quebrantar la voluntad de los luchadores mapuche al interior de las cárceles, por lo que han optado por no quedarse en el silencio y la inactividad, por lo que así como respaldan todo tipo de movilizaciones en los diversos territorios, de igual manera mientras permanezcan en la cárcel lucharan por la consecución de sus derechos políticos, culturales y espirituales aun que ello signifique estrellarse contra las murallas del sistema opresor carcelario traducido muchas veces en la incomprensión o sanciones de diversas índole (amenaza de traslados, castigo a encomiendas y visitas, insultos de carácter racista, etc.)
El ejercicio de los derechos políticos colectivos del pueblo mapuche se ejercen sin pedirle permiso a nadie por cuanto son derechos humanos trascienden cualquier ordenamiento político nacional o reglamentario que lo coarten.
Por tanto el desafío seguirá siendo el aunar esfuerzos en función de los objetivos comunes como la recuperación territorial, la reconstrucción nacional y la libre determinación de nuestro pueblo.
RUMEL NEWENTULEAIÑ
AMULEPE TAIÑ WEICHAN
ALVARO MILLALEN y P.P.M
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