El pasado martes 22 de agosto se realizó el segundo día de la jornada de Agosto Negro en Concepción, todas las actividades realizándose en sala Cruz, en salas 1253. Esta jornada contó con un taller de capoeira y la proyección del documental «Assata Shakur», finalizando con el conversatorio «Genealogías Latinoamericanas, políticas y feminismos antiracistas y descoloniales» que comenzó con la exposición de Toli Hernandez.

A lo largo de la exposición se tocaron diversos temas que incumben al feminismo latinoamericano. Una de las primeras premisas que busca derribar este feminismo antiracista y descolonial es la idea de hermandad homogénea, la idea que somos todas hermanas. En la practica el tema del género y la raza son características que deja a unas/os en situación de dominancia, relatando experiencias de opresión de lesbianas por ser negras en comparación con las blancas. El punto central de este argumento es comprenderse como una multiplicidad de sujetas, que no somos únicamente mujeres si no que estamos atravesadas por diversas categorías que nos posicionan en diferentes situaciones de poder.

Para comprender mejor cómo operan las relaciones de poder entre lxs sujetxs, es necesario entender la realidad latinoamericana como una relación modernidad/colonialidad, donde una realidad necesaria e irrenunciable de la modernidad es la colonización en todo parámetro de los pueblos no occidentales, reforzándose desde el eurocentrismo, la lógica binaria y la instauración mundial del capitalismo.

La modernidad/colonialidad genera diversos feminismos en Latinoamérica. El feminismo que se para desde la modernidad es el institucional, el feminisno autónomo se para en una situación colonial. Una vez que las voces autónomas se instauran, las nuevas integrantes que se suman no tienen la oportunidad de participar políticamente en la construcción de este discurso y línea de acción. Margarita Pisano, mencionada por Toly, define esta situación como primeras y segundas generaciones, la coincidencia es que estas sujetas de segunda generación fueron siempre indígenas y lesbianas. En la propia construcción de este feminismo autónomo que se experimenta en la colonialidad se van produciendo otras colonialidades.

Dentro del conversatorio se le puso luz de alerta sobre algunas situaciones que van reproduciendo estas colonialidades. Por ejemplo, las agendas sexo/género de los países tan aclamadas por las luchas feministas, sobre todo las cercanas a lo institucional, hacen que se utilicen como medida de democracia de un Estado-Nación, asumiendo que la igualdad se da únicamente entre sexos, dejando fuera la raza. Así, se invisibiliza la lucha antiracista.

Entrevistando a una asistente, nos comentó que el conversatorio fue una instancia de autocrítica y de reevaluación dentro de las colectivas, la incorporación y adherencia a luchas que en ocasiones feministas se han decidido restar.

Además, conversamos con Toli Hernández, quien destacó la importancia de la actividad Agosto Negro, y contextualizó su participación en esta misma.