La comunidad Ayin Mapu del Lov Huentelolen presentó este viernes una querella criminal en contra de la Sección de Investigación Policial de Carabineros – Sipolcar- por las torturas sufridas por dos niños de tres y dos años el pasado 9 de mayo al interior de dicha comunidad.
La acción judicial fue interpuesta en el Juzgado de Garantía de Cañete y busca perseguir penalmente al capitán Carlos Espinoza, el teniente Nicolás Concha y el sargento Amador Cuevas, los tres funcionarios de la Sipolcar que participaron del procedimiento.
Los hechos se remontan al 9 de mayo de 2017, cuando estos funcionarios efectuaron una persecución vehicular en contra del comunero Pedro Lepicheo y su pareja Viviana Llanquileo y sus hijos. Fue a la altura del cruce Colo Colo cuando la camioneta policial embiste en contra del auto en el que transitaban los comuneros, atropellando a Lepicheo, quien posteriormente logra huir quedando la mujer y sus hijos en manos de los policías.
Fue en ese momento que los funcionarios de la Sipolcar agreden física y psicológicamente a Viviana Llanquileo, golpeándola y poniéndola contra el suelo en frente de sus hijos por un lapso de 30 minutos. Todo a vista y paciencia de los niños. Posteriormente, los menores son subidos a la camioneta policial y colocados como escudos humanos a fin -según señalaron los uniformados- de repeler un supuesto ataque de otros comuneros del sector.
La querella se presenta luego que la Corte de Apelaciones de Concepción rechazara un recurso de amparo interpuesto en favor de la familia mapuche. El tribunal de alzada penquista aseguró en el fallo que no se cumplen los requisitos legales para amparar a los niños torturados debido que Carabineros en su informe derivado a la Corte señaló que la persecución fue en contra de José Lepicheo, hermano de Pedro, y quien presenta una orden de detención, lo que es negado enfáticamente por los comuneros afectados.
Cabe señalar que los funcionarios policiales aludidos -y otros que son parte de la Sipolcar- presentan diversas querellas en su contra por hechos similares. Entre ellos destacan las torturas a comuneros de Choque en febrero de 2016, el baleo a la comunera Ruth Meñaco en mayo de 2016 y el baleo en Curapaillaco a la familia Huenchuñir en marzo de este año, cuando dispararon en contra de su vehículo con niños en su interior.
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