El Seminario “La Ley Indígena de 1972: a 50 años”, coordinado por los/as historiadores/as Marie Juliette Urrutia y Jaime Navarrete Vergara, se realizará los días jueves 1 y viernes 2 de diciembre en la ciudad de Temuco, mientras que los días martes 6 y miércoles 7 continuará en la ciudad de Santiago.
Este Seminario, amparado por la Universidad de Santiago de Chile (USACh), la Universidad Diego Portales (UDP), la Universidad de La Frontera (UFRO) y la Universidad Católica de Temuco (UCT), aspira a conmemorar los 50 años de la promulgación de la Ley Indígena 17.729, en 1972, impulsada por el propio movimiento mapuche y el gobierno de la Unidad Popular.
El Seminario se ha propuesto reflexionar en torno a la relación entre un sector del movimiento mapuche y la llamada ‘vía chilena al socialismo (1970-1973)’, particularmente en la región de la Araucanía, identificando sus principales reivindicaciones y demandas, luchas y movilizaciones, estrategias y formas de acción colectiva. Tal como pretende mostrar el Seminario, un sector del liderazgo mapuche formuló, a partir de sus demandas por la restitución de las tierras usurpadas y la promulgación de una nueva ley indígena, un claro discurso político frente al colonialismo chileno, activando un amplio movimiento de organizaciones, comunidades y militantes mapuche que logró, entre 1970-1973, la restitución de cerca de 200.000 hectáreas y definir una ley indígena que Allende promulgó en 1972, reconociendo por primera vez en la historia de Chile a los pueblos originarios del país.
Salvador Allende Gossens, una vez electo presidente de la República en septiembre de 1970, reconoció el problema histórico de usurpación de tierras y la necesidad de establecer una nueva relación con los pueblos indígenas del país. Prueba de ello fue que acogió, durante sus primeros días de mandato (diciembre de 1970), un proyecto de ley indígena impulsado por varios dirigentes mapuche de los años sesenta, con el objetivo de recuperar sus tierras ancestrales (usurpadas por latifundistas y terratenientes locales) y definir una normativa que pudiera proteger, de una vez por todas, sus respectivas tierras comunitarias, entre otros temas relativos a sus derechos políticos, territoriales y culturales. En efecto, el gobierno de Allende se había propuesto articular una nueva relación con el pueblo mapuche, enviando en mayo de 1971 un proyecto de ley sustentado en las propias discusiones del movimiento mapuche, sus organizaciones y comunidades.
Este intento de democratización de las relaciones entre el Estado chileno y los pueblos indígenas contribuyó a la creación de la Ley Indígena N°17.729, promulgada durante el segundo semestre de 1972, la cual –no obstante las modificaciones fundamentales que le imprimió al proyecto original un sector de la oposición a Allende en el Senado– se había propuesto plantear una solución al problema de las tierras usurpadas y, sobre todo, el problema de la división de las tierras comunitarias, es decir, se había propuesto atender una demanda largamente postergada por los gobiernos chilenos del siglo XX. Más tarde, mediante el decreto 2.568 de 1979, Augusto Pinochet revertirá los avances en materia indígena.
Entre otras cuestiones, la ley de 1972 también definía al indígena por su identidad cultural, incorporando por primera vez la dimensión étnica del problema; y respetando sus tradiciones, costumbres y creencias, con lo cual el gobierno se proponía articular una novedosa comprensión entre las políticas de “integración nacional” y las bases de una cierta autonomía política y territorial. Al mismo tiempo, esta ley creaba el Instituto de Desarrollo Indígena (IDI), con sede en Temuco, orientado a centralizar las políticas públicas hacia los mapuche. Hacia 1973, tras haber formado una Comisión de Restitución de Tierras Usurpadas y utilizar diversos mecanismos de la Ley de Reforma Agraria (expropiación de tierras), el gobierno de la Unidad Popular había logrado restituir cerca de 198.000 hectáreas a las comunidades mapuche (85% del total de las tierras expropiadas en la Araucanía entre 1970-1973). Aunque ha sido poco estudiada, esta fue una experiencia única en la historia social y política del movimiento mapuche durante el siglo XX chileno.
El liderazgo mapuche fue una fuerza social y política que hizo sentir al gobierno la especificidad histórica de sus reivindicaciones y demandas respecto del proyecto socialista impulsado por la izquierda chilena. Desde la crisis de la Corporación Araucana –principal organización de referencia política al interior del movimiento mapuche desde los años cincuenta del siglo XX–, un sector del campesinado mapuche comenzó a exigir, cada vez más, un inusitado protagonismo político en los procesos de recuperación de tierras. ¿Qué implicancias políticas tuvo el ascenso de un Gobierno Popular para las luchas mapuche? ¿Cuál fue la relación, más específicamente, entre el gobierno de Allende y el (mal) llamado “problema indígena” del siglo XX chileno? Durante los “mil días” de Allende, diversos sectores del campesinado indígena del sur chileno comenzaron a gestar las bases de un nuevo movimiento mapuche, activando procesos de negociación y conflicto con el Estado, y participando, sobre todo, en una de las experiencias más emblemáticas de construcción de “poder popular” a nivel nacional: los Consejos Comunales Campesinos en la provincia de Cautín. Esta experiencia política y militante fue fundamental para el movimiento mapuche de los años ochenta.
Estos temas constituyen aspectos relevantes de la historia social y política de la región de la Araucanía de la segunda mitad del siglo XX, tanto por las continuidades históricas como también por las rupturas sociales y políticas con respecto a nuestro actual presente histórico. También, porque permite ver la historia de Chile desde un punto de vista regional, al articular la experiencia del colonialismo, las violencias étnicas, las desigualdades de clases y la política estatal.
Por una parte, permite explicar cómo un sector del movimiento mapuche de los años sesenta y setenta del siglo XX concibió el carácter del colonialismo chileno y, por otra parte, permite comprender las formas de organización, lucha y politización que adoptaron las movilizaciones mapuche bajo el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973) en la región de la Araucanía.
Se torna fundamental explicar y comprender, más específicamente, cómo los problemas de usurpación de tierras y pobreza rural, que se habían venido acumulando durante varias décadas del siglo XX, fueron gestando las condiciones para organizar un amplio movimiento mapuche, desarrollando diversas formas de participación política local: “corridas de cerco”, ‘tomas’ de fundo, huelgas agrícolas, comités de tierras, Consejos Comunales Campesinos, Asociaciones Regionales Mapuche, etc., etc., etc. Esta amplia movilización mapuche se vio empoderada bajo un gobierno que se había comprometido a devolver sus tierras usurpadas y promulgar una nueva ley indígena.
El Programa del Seminario es el siguiente:
Mesa 1:
“Las memorias mapuche de la Unidad Popular”
Jueves 1 de diciembre
18:00-20:00h
Universidad de La Frontera
Instituto de Estudios Indígenas e Interculturales
Mesa 2:
“El Pueblo Mapuche y el gobierno de la Unidad Popular”
Viernes 2 de diciembre
15:00-17:00h
Universidad Católica de Temuco
Mesa 3:
“Wallmapu: fillke politiko küzaw ñi kizugünewtuam”
(País Mapuche: Estrategias políticas para el autogobierno)
Viernes 2 de diciembre
18:00-20:00h
Universidad Católica de Temuco
Mesa 4:
Seminario Historia USACh
Martes 6 de diciembre
15:00-18:00h
Universidad de Santiago de Chile
Mesa 5:
“La vía política mapuche: ¿cuál/es vía/es?”
Miércoles 7 de diciembre
18:00-20:00h
Universidad Diego Portales
Quedan todos/as cordialmente invitados/as.
Más información actualizada en https://www.instagram.com/jornadasleyindigena1972/
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