Cartas desde Cali, Colombia. Mayo del 21.

May 12, 2021 | Abya Yala, Derechos Humanos, Internacional, Noticias

En medio de esta atmósfera de resistencia, una mezcla rara de la vida arrasadora de la gente en las calles, la bella efervescencia de la rebelión y la dignidad, por un lado, y por el otro, el horror opresor de las balas nocturnas, el odio ciego y la ciudad sitiada por la bota.

Gozu

9 de Mayo

No seré capaz de hacer una crónica ordenada y completa de los hechos, pero como sea intento plasmar aquí algo de lo que pasa, aunque la noción de los días se encuentre trastocada. Esta mezcla de la que hablo se debe a que, como ya más o menos estás enterado por los medios libres, llevamos 12 días de paro, de marchas, de barricadas, de masa abierta y combativa, pero llevamos asimismo una semana de militarización, tropas que llegaron en avión comandadas por el General Zapateiro, quien se comprometió a “retomar el control” de la ciudad en menos de 24 horas, que ya pasaron hace rato por supuesto, pero el asedio continúa.

Las tácticas paramilitares que utilizan se intensifican cada día más, otros días sí lo hacen abiertamente, aunque sobretodo es en las noches. Por supuesto, los más afectados son los barrios siempre marginados, varios de los cuales se encuentran cerca de los puntos de concentración: allí los milicos han llegado a reventarlos brutalmente, metiendo lacrimógenas a las casas, baleando incluso los velorios y actos que se hacían por las víctimas de noches anteriores. Infiltrados de civil armados bajándose de camiones sin placa (que después confirman, pertenece a la policía) a disparar contra la primera línea, o camionetas que pasan con la pistola asomada por la ventana, baleando incluso los puestos médicos que se han dispuesto en los diferentes puntos de masa.

Guerra mediática

La guerra mediática es otro horror que genera una gran impotencia, porque (como ya bien deben saber allá) se afianza el relato de los “vándalos” y los “terroristas urbanos” y las “guerrillas” infiltradas y la última de últimas, de importación precisamente chilena, el miedo al surgimiento de la “revolución molecular disipada” (ese término lo utilizó en twitter el paracoide Uribe Vélez (*), que aunque no es mandatario su palabra tiene, tristemente, muchísimo poder, más aún que el actual “presidente”).

Tweeter de Alvaro Uribe

Entonces se hizo el rastreo del término, hasta dar con el tal entomólogo chileno Alexis López, que ha dado cursos en las escuelas militares colombianas, y ya sabemos entonces cómo se ha infiltrado el odio y las tácticas que “justifican” la muerte de tantos jóvenes que salen a pegar el grito en las calles, para ver si se voltea esta mierda que ya no da más.

Es curioso lo de López, al parecer allá no le dieron mucha bola, pero aquí logró calar e incluso, después del trino del don, lo invitaron a una entrevista en la radio W que es la más mainstream. La rabia que me generó el hecho de que le dieran plataforma, se me evaporó cuando el periodista le pregunta si él (López) creía que Pinochet era un dictador. Sin decir no, dijo NO, y el periodista le insistió para que fuera claro en su respuesta, y López se ofuscó, diciendo que él había sido invitado a hablar sobre la revolución molecular disipada y no sobre historia. El periodista (y esto me sorprendió ya) insistió de nuevo ¿fue Pinochet un dictador? pues era necesario saber quién era el hombre que ha inspirado las ideas de que trina el don: Alexis López colgó.

Es cómico y grotesco, pero a la larga fue relativamente positivo, en comparación con lo que me imaginé que ocurriría -la difusión masiva de la voz de ese personaje. Aún así, sus ideas ya las implantó en donde son más efectivas, las escuelas militares y el Centro Demoníaco, más bien se injertaron al tejido facho que ya ebullía en esas alcantarillas perfumadas.

(Audio de esa entrevista)

21 Nov 2019

Me devuelvo al 21 de Noviembre de 2019. Esta fecha que es la réplica al temblor chileno que sacudió aquí las calles y que tuvo un ímpetu que luego por varios motivos se apagó, pero no se extinguió, porque lo que vemos hoy es la misma ola que se originó ese día.

Fotos de Wikipedia

Pero lo menciono porque ese día de enorme manifestación en las calles (nunca había visto las calles tan vacías de automóviles, nunca, sólo gente, masas de gente caminando) ese día ensayaron una táctica de miedo a través de las cadenas de wattsap.

Ese día (21N) decretaron un toque de queda por supuestos actos vandálicos en la ciudad, y en las cadenas de wattsap circulaban audios que insinuaban que las hordas de los pobres estaban preparándose para invadir los barrios ricos y medianeros. Pues se generó un pánico y mucha gente peló el cobre, pues se organizaron en cuadrillas y no pocos sacaron sus armas: la cultura paramilitar latente aquí.

Para(co)noïa

Al final ese pánico generó más pánico, se escuchaban disparos, pero era la gente disparándole a los fantasmas de su imaginación, pues no había ninguna horda de nada. Los mismos tiros austaban a los vecinos que entonces salían a disparar y básicamente se disparaban entre ellos pensando que batallaban contra el monstruo vandálico. A medianoche llega el ejército a “tranqulizar” a la gente y fueron aplaudidos por esa gente.

Paramilitares en Cali

Los que muerieron esa noche (porque murieron) fueron algunos recicladores que fueron tomados por “terroristas” o simplemente fueron asesinados porque esa noche había licencia para matar y algunos aprovecharon para “por fín” usar sus armas.

Pues bien, en este segundo round esto cogió fuerza, imparable paro, y asimismo fue la respuesta: ya no infundieron pánico por cadenas de wattsap (aunque lo que circula en redes no tiene nombre: no son bobos, saben lo que hacen) sino que salieron a dar bala de frente.

En fin, que esa táctica caló en mucha gente, pues todo lo que se logró en el día (la gran manifestación) se derrumbó un poco en la noche: las tácticas del miedo, el discurso de los “vándalos”, y lamentablemente hizo que se perdiera un poco el ímpetu de la revuelta.  

#MediosLibreCali

Mucha gente ha estado transmitiendo en vivo, eso sirvió sobretodo en las noches que era que se ponía feo, incluso hubo un artista llamado Nicolás a quien mataron en vivo, mientras transmitían ante la mirada de miles de personas atentas a lo que pasaba. Nada de eso lo transmiten los grandes medios, claro.

Y desde el fin de semana pasado, empezaron a bloquear transmisiones, cuentas, stories de Instagram, etc. Están también usando inhibidores de internet. La guerra digital, pa.

La noche del 4 (o el 5, te digo, el tiempo distorsionado) hubo un asedio al barrio popular de Siloé, y nadie se podía comunicar de ninguna manera: todo ocurrió en las sombras, hubo varios muertos, no pocos heridos.


Guardia Indígena del Cauca

Minga indígena llegando en apoyo. Foto de #MediosLibresCali

La Guardia Indígena del Cauca llegó hace varios días a apoyar y hacer fuerza, contención, los pueblos originarios tienen una larga historia de resistencia, y su presencia reconforta, sirven de cordón humanitario, marchan, hacen fuerza, acompañan. Se alojan en la Universidad, los escucho desde aquí.

Ataque paramilitar a la Guardia Indigena

Pues hoy una caravana que llegaba desde el Cauca a apoyar con más gente y alimentos, se encontró a las afueras de la ciudad (en donde se concentran barrios de gente adinerada) con que había un bloqueo. Para hacerla corta, hoy esa gente, a eso de las 2:20 pm, esos civiles armados, resguardados por la misma policía, abrieron fuego contra la guardia indígena. La información es que hay 8 heridos, una chica bastante grave.

Esto vino acompañado de comentarios y noticias que se nota que ya estaban preparadas, para estigmatizar a la Guardia y hacer ver que ellos fueron los que violentaron a los vecinos de ese barrio, de nuevo los infiltrados de la policía (los videos en donde se ve a unos capuchos montarse a un camión de los tombos, como si nada), de nuevo la estigmatización y el racismo tan asqueroso que anida en buena parte de la población, de nuevo los “sutiles” trinos de Uribe Velez que son como ordenes veladas.

Hoy fue un día muy tenso. La Guardia está en la universidad, y tienen miedo. Hay policías alrededor. No sé para donde va esto. A veces la veo oscura, a veces me hago consciente de que es mucha la gente que está parada, y que entre más arremete esta fuerza rapaz, más la gente se levantará. Pero esa disposición a la guerra sucia y al uso de las armas me hace temer. Este gobierno está dando patadas de ahogado, pero esas patadas pueden ser mortales. Como sea, intento mantener la lucidez y la esperanza.


11 de Mayo

Seguimos, pues van 13 días y dada la complejidad de la situación, esto no va a parar pronto.

En este momento, a nivel nacional, hay más de 500 desaparecidos. Hay muchas manifestaciones en varias ciudades de Colombia, y en todas están reprimiendo fuerte, con muertos muertos muertos, pero Cali se volvió el epicentro de la resistencia y por eso mismo le han dado con más garra estos monstruos. Sin embargo, con militares y todo, los puntos de bloqueo siguen firmes.

Después de lo que pasó con la minga, en medio de esa enorme tensión, la respuesta de Duque (que estuvo en cali desde las 11pm hasta las 3am en consejo de seguridad) fue dar la orden de militarizar más y arremeter con toda a los puntos de concentración.

Entre ayer y hoy el asedio en esos puntos ha sido muy denso. Mientras tanto la minga ha estado refugiada en la Universidad, esperando a ver qué pasa, la zozobra es grande pues la arremetida de los medios (y los trinos de los políticos) ha fomentado un racismo asqueroso (de repente son señalados como los cabecillas del paro).

Todo parece indicar que van a devolverse al Cauca, pues la cuestión se puso demasiado peluda, y pues paila porque se va una fuerza que ha servido mucho, y justo ahora que están entrando con toda la metralla.


Copio y pego carta anónima que circula en Cali:

Algunas reflexiones recogidas ayer en Univalle. Ya deben tener el comunicado oficial, así que no hace mucha falta una relatoría. Sin embargo, un par de cosas que quizás quedan por fuera: la gente que ha frentiado con su cuerpo los bloqueos y ha «puesto el pecho» y la vida en las primeras líneas de la movilización se siente lejos de la parafernalia sindical-caudillista-doctrinaria de siempre. Hay una efervescencia potente de parte de lxs jóvenes que no adhieren a discursos y peroratas sin calle y sin práctica. Mucho dolor, muchas lágrimas, mucha rabia. Muchxs parcerxs muertxs. Las clases populares, «cuasimarginales», y la gente que como en el Pacífico ha vivido la violencia de las armas y del hambre desde hace décadas y centurias, está impulsada por la indignación, las necesidades, la urgencia y la inmediatez de una vida siempre en peligro de muerte. En Siloé resisten porque «el país ha chupado mucha sangre y mucha desigualdad» y rechazan la posibilidad de perdonar a los hijueputas que llegaron a «rematar» a quienes, inermes, estaban protestando con velas en la mano. Esa noche quitaron la luz y dispararon, y ese recuerdo no deja de retumbar porque un perdón «no calma tu corazón». Desde Guapi nos gritan que esta guerra es vieja, que esas tierras fluviales ya conocen el horror que ahora se siente en las ciudades. La resistencia allá se ha hecho con hierbas y con la fuerza de quienes siguen saliendo al mar a conseguir la comida a pesar de todo. Francia Márquez habló del cansancio de un pueblo maltratado, masacrado de distintas formas. Muchxs de quienes ponen el pecho son los chivos expiatorios de siempre: desplazadxs del campo y habitantes luego de las periferias urbanas. El oriente y la ladera de Cali son la tierra de fuego en la que muchxs han buscado refugio en una ciudad que asesina. Madres que entierran a sus hijxs luego de hallarles muertxs al regresar del otro lado de la urbe donde desgastan sus fuerzas quizás cuidando a lxs hijxs de otras, niñxs intocadxs que jamás están en peligro de muerte. Lxs jóvenes de hoy retoman los pasos de sus ancestras: aquellas que hace 200 años liberaron sus vientres de la esclavitud, esclavizados de nuevo por el proyecto infame y sangriento de una nación supuestamente libre. ¿Quiénes son lxs sacrificables? Lxs de abajo, los que siempre han comido mierda y hoy reclaman la posibilidad de ser, de vivir dignamente. Desde allí propician el cambio. Y puede que no haya «agenda», es cierto, lo que les impulsa es la llama arrebatada de quien tiene en su cuerpo y en su historia la estela de este mundo de mierda. Mundo que ahora se sacude e invita a soñar otra cosa. Esto es algo que jamás imaginamos y que ahora hay que bregar por darle forma. Todo es difícil y febril, mucha efervescencia. Hay que volver esa fuerza joven un horizonte político, hacerle parte de un proyecto histórico compartido. Que los viejos rojos e ilustrados bajen los humos y que lxs peladxs sepan que no sólo arriesgan su cuerpo como siempre lo han hecho. Tenemos que imaginar un sueño colectivo. Ese mundo nuevo del que siempre hablamos pero cuya posible realización nos toma por sorpresa. Todo es muy complejo y brumoso. También bello, contundente, imparable.


Notas

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